Los activistas se solidarizaron con Hashemi y otros encarcelados en el territorio estadounidense, entre ellos Aafia Siddiqui, a causa de la discriminación contra los grupos minoritarios, como los afroamericanos o los musulmanes.
Hashemi había viajado a EE.UU. para visitar a su hermano enfermo y otros familiares. Sin embargo, la periodista fue arrestada en Misuri y trasladada a un centro de detención en Washington (la capital), donde fue maltratada, obligada a quitarse el hiyab, e incluso le suministraron alimentos no permitidos por la ley islámica.
La también presentadora de Press TV fue liberada tras 10 días de confinamiento. Estados Unidos, Irán y otros países fueron escenario de protestas en las que se pedía la inmediata liberación de Hashemi.


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