Entre las aeronaves presentadas este viernes al presidente galo durante su visita a Toulon se hallaba el helicóptero drone de reconocimiento Camcopter S-100, uno de los más sofisticados de su clase.
Expuesto junto a máquinas mucho más grandes como el Caracal, el Cayman y el Tiger, este pequeño aparato, cuyo peso máximo de despegue no supera los 200 kilogramos, prefigura de hecho la aeronave no tripulada que pronto equipará a la Fuerza Naval de Francia, proporcionándole nuevas capacidades en términos de vigilancia, detección, gestión de operaciones, y sin duda un día apertura de fuego.
El S-100 se está probando actualmente a bordo del Dixmude, que por cierto lo llevará durante la misión Jeanne d’Arc, una operación anual de la Armada francesa para completar el entrenamiento de oficiales de la Academia Naval.




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