• El papa Francisco saluda desde una ventana del Palacio Apostólico durante los rezos del Ángelus, en el Vaticano, 8 de noviembre de 2015.
Publicada: domingo, 8 de noviembre de 2015 18:00
Actualizada: domingo, 8 de noviembre de 2015 18:50

El papa Francisco se ha referido por primera vez a la filtración de documentos privados del Vaticano en la que se basan dos libros recién publicados tachándolo de “delito” y “robo”.

"Robar estos documentos es un delito, una equivocación, un acto deplorable que no ayuda. Yo mismo había pedido que se hiciera aquel estudio. Mis colaboradores y yo ya conocíamos bien esos documentos", ha deplorado Jorge Mario Bergoglio –el Papa– tras el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro este domingo.

Robar estos documentos es un delito, una equivocación, un acto deplorable que no ayuda. Yo mismo había pedido que se hiciera aquel estudio. Mis colaboradores y yo ya conocíamos bien esos documentos", ha dico el papa Francisco.

Estas palabras han sido en referencia a los dos libros escritos por los periodistas Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, basados en los documentos filtrados elaborados por la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos (Cosea) creada en julio de 2013 por el Papa con el fin de limpiar las finanzas de la Santa Sede. 

Estos documentos, que revelan los despilfarros de algunos cardenales y que revelan las profundas resistencias dentro del Vaticano frente a las reformas que impulsa el papa argentino, presuntamente habrían servido de material a los periodistas para escribir sus libros ‘Via Crucis’ y ‘Avarizia’.

El sacerdote español Ángel Vallejo Balda, exsecretario de la Cosea, fue arrestado el pasado fin de semana por "sustracción y difusión de noticias y documentos reservados” junto a la laica italiana Francesca Chaouqui, de la misma comisión, que fue puesta en libertad por colaborar con la investigación.

Sin embargo, el Papa, ha asegurado en su discurso que este hecho no le “desvía del trabajo de reforma” que está llevando adelante con sus colaboradores dentro de la Iglesia.

El sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la laica italiana Francesca Chaouqui, acusados de extraer documentos del Vaticano.

 

"Quiero asegurarles que este triste hecho ciertamente no me desvía del trabajo de reforma que estamos llevando adelante, con mis colaboradores y con el apoyo de todos ustedes" ha afirmado el pontífice.

Uno de los escritores de los libros, Gianluigi Nuzzi, había dicho anteriormente que "revelar secretos sólo puede servir a quien quiere la transparencia, el objetivo número uno del papa".

En el año 2012 se produjo otro escándalo al publicarse correspondencia privada de la Santa Sede. El caso, que se dio a conocer como Vatileaks, saltó después de que el mayordomo del papa Benedicto XVI filtrara cientos de cartas confidenciales del pontífice, recogidas en el libro 'Su Santidad', también del autor Gianluigi Nuzzi.

Francisco "se enfrenta a las fuertes resistencias de la vieja guardia y la reforma estructural que quería acometer es mucho más lenta y difícil de lo previsto", indicó uno de los colaboradores del Papa hace poco a la agencia AFP.

snr/ktg/hnb