• El ministro de Defensa de Hungría, Csaba Hende.
Publicada: lunes, 7 de septiembre de 2015 22:13

El ministro de Defensa húngaro, Hende Csaba, ha renunciado a su cargo en señal de protesta contra el Gobierno por no adoptar medidas que eviten la entrada de solicitantes de asilo.

De acuerdo con fuentes cercanas al primer ministro Viktor Orbán, Csaba no estaba satisfecho con la lentitud en la construcción de una valla en la frontera con Serbia, como una medida para frenar la entrada de solicitantes de refugio. 

El Consejo Nacional de Seguridad se ha reunido este lunes para estudiar la situación de la inmigración ilegal. El Consejo ha escuchado un informe del estado de la falla de seguridad provisional. El ministro ha presentado su dimisión tras la reunión", ha explicado el Gobierno húngaro en un comunicado

"El Consejo Nacional de Seguridad se ha reunido este lunes para estudiar la situación de la inmigración ilegal. El Consejo ha escuchado un informe del estado de la falla de seguridad provisional. El ministro ha presentado su dimisión tras la reunión", ha explicado el Gobierno húngaro en un comunicado emitido este lunes.

El premier húngaro ya ha presentado a Istvan Simicsko, también miembro del partido Unión Cívica Húngara de Orbán (Fidesz, en húngaro), como candidato para sustituir a Csaba. De hecho, Simicsko, ya ocupó el cargo de secretario de Estado en el Ministerio.

Entre tanto, este lunes mismo, la Policía húngara ha lanzado gas pimienta contra los refugiados en la ciudad de Peske, en el puesto de control en la frontera entre Serbia y Hungría, y también ha detenido a un número de inmigrantes, según la agencia de noticias británica Reuters.

Policías húngaros tratan de dispersar a un grupo de solicitantes de asilo reunidos en una autopista cerca de la frontera húngaro-serbia. 7 de septiembre de 2015

 

De acuerdo con la fuente, el hecho se ha producido cuando las fuerzas policiales de Serbia, estaban conduciendo a un grupo de buscadores de refugio al campamento de tránsito, cerca de una carretera que lleva a Budapest (capital de Hungría), donde tendrían que permanecer los solicitantes de asilo, sin embargo, los inmigrantes rompieron el cordón de la policía en un intento para escapar hacia la capital húngara.

El pasado 26 de agosto, la Policia húngara también disparó gases lacrimógenos contra un centro de solicitantes de asilo en la localidad sureña de Roszke, en la frontera de Hungría con Serbia, para evitar la salida de unas 200 personas.

Desde el domingo, Hungría empezó a repartir panfletos a los solicitantes de asilo que se encuentran en los países de la región de los Balcanes. En esta línea, Orbán defendió que esta medida destaca que "cruzar la frontera húngara ilegalmente es un delito y que está castigado con la cárcel".

Durante el año 2015, más de 150.000 inmigrantes han llegado de tránsito a Hungría, un país que pertenece a la zona Schengen.

Miles de personas que huyen de Siria y de otros países en conflicto han llegado en las últimas semanas a Hungría a través de los Balcanes, coincidiendo con la construcción de una triple alambrada de espinos en la frontera meridional húngara.

Según el informe del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Europa se enfrenta a una crisis migratoria. Más de 2500 inmigrantes han muerto en lo que va de año al tratar de cruzar las aguas del Mediterráneo rumbo al viejo continente.

El pasado 26 de agosto el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos de los Inmigrantes, François Crépeau, lamentó que las medidas de la Unión europea (UE) para solucionar el caso de inmigrantes en el mar Mediterráneo no están funcionando.

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