• Oficiales de policía húngaros están en guardia en el campamento de refugiados de Roszke, en la frontera de Hungría con Serbia, 26 de agosto de 2015.
Publicada: miércoles, 26 de agosto de 2015 18:38

La Policía húngara ha disparado este miércoles gases lacrimógenos contra un centro de inmigrantes en la localidad sureña de Roszke, en la frontera de Hungría con Serbia, para evitar la salida de unas 200 personas.

Esto ha ocurrido luego de que los migrantes se hayan negado a que les tomen las huellas dactilares y la policía “trató de de calmar la situación, pero migrantes continuaban gritando”, ha informado el portavoz de la policía Szabolcs Szenti. Según las fuentes locales, la situación se ha calmado finalmente.

Las tensiones han estallado un día después de que las autoridades de Hungría interceptaron a 2533 personas, entre ellas 555 menores, por cruzar de manera clandestina la frontera desde Serbia, una cifra que supera a todas las registradas en una sola jornada hasta ahora, anunciaron las fuentes policiales.

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