El presidente serbio, Aleksandar Vucic, y el primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, firmaron el viernes un pacto económico en la Casa Blanca, bajo la atenta mirada del presidente estadounidense, Donald Trump.
Sin embargo, el pacto no se limitó al desarrollo de lazos económicos entre los dos países, también, acordaron mejorar sus relaciones con el régimen israelí.
De hecho, Kosovo, un país predominantemente musulmán, dijo que reconocerá formalmente a Israel y Serbia anunció que trasladará su embajada de Tel Aviv a la ciudad de Al-Quds (Jerusalén). “En verdad, es histórico”, dijo Trump, junto a los dos líderes.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reveló más tarde que Kosovo también establecería su embajada en Al-Quds, mientras que Israel reconocería a Kosovo.
Las autoridades palestinas rechazaron en duros términos ese acercamiento facilitado por Trump, acusando al inquilino de la Casa Blanca de tratar de responder a sus “ambiciones electorales”.
El secretario general de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, cargó contra el mandatario estadounidense por “violar el derecho internacional, las resoluciones de las Naciones Unidas y los derechos de los palestinos” y lamentó que su país sea “víctima de las ambiciones electorales” de Trump.
Erekat, del mismo modo, pidió a la Liga Árabe (LA) y la Organización de Cooperación Islámica (OCI) que sancionen a Kosovo y Serbia.
Washington, que trata de mejorar la posición global de Israel, acaba de mediar el polémico acuerdo de normalización de lazos, alcanzado el 13 de agosto por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y el régimen de ocupación.
Desde entonces y pese a las críticas desatadas tanto entre los palestinos, como a nivel regional e internacional, sigue en curso un esfuerzo conjunto por parte de Washington y el régimen de Tel Aviv para conducir a más países a normalizar sus lazos con Israel.
La Resistencia palestina ha llamado a la creación de una coalición regional ante las amenazas de EE.UU. e Israel, denunciando el proyecto estadounidense antipalestino, que recientemente ha avanzado desde el ‘acuerdo del siglo’ —el supuesto plan de Washington para solventar el conflicto israelí-palestino—, pasando por la anexión de la Cisjordania, hasta la normalización de relaciones con Israel.
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