• Miembros del Parlamento Europeo votan en una sesión del bloque regional, Estrasburgo, Francia, 26 de marzo de 2019. (Foto: AFP)
Publicada: viernes, 29 de marzo de 2019 9:18
Actualizada: viernes, 29 de marzo de 2019 21:01

El Parlamento Europeo se fracturó a la hora de votar una nueva resolución sobre Venezuela, que según oponentes, se deriva de “la postura extremista” de Trump.

Con 310 votos a favor, 120 en contra y 152 abstenciones, el Parlamento Europeo aprobó el jueves la segunda resolución este año, que contaba con el apoyo del grupo Popular, de los Conservadores y de los Liberales.

La dureza de las sanciones adicionales propuestas en la iniciativa contra el Gobierno de presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, de hecho, provocó una división en el hemiciclo y se quebró el respaldo al golpista Juan Guaidó.

Los socialistas, que decidieron por primera vez abstenerse, lamentan que la resolución, además de dificultar el trabajo de la Diplomacia europea, no rechazaba “abiertamente” una posible intervención militar contra el territorio bolivariano.

El eurodiputado español Javier Couso, de Izquierda Unida (IU), cuyo partido está en contra del golpismo en Venezuela y votó NO a dicha resolución, por su parte, indicó que “esta votación ha sido diferente porque por primera vez ha habido una división clarísima. El grupo socialista se ha abstenido y ha habido muchos votos en contra, más de ciento y pico”.

Couso denunció, asimismo, que los simpatizantes de la resolución “siguen manteniendo una postura que se acerca no a lo que debería hacer Europa, sino más bien sigue casi al unísono la postura extremista” del presidente de EE.UU., Donald Trump.

Esta votación ha sido diferente porque por primera vez ha habido una división clarísima. El grupo socialista se ha abstenido y ha habido muchos votos en contra, más de ciento y pico”, indicó el eurodiputado español Javier Couso, de Izquierda Unida (IU), cuyo partido votó en contra a nueva resolución sobre Venezuela.

 

El voto se ha producido apenas unas horas antes de que el Grupo de Contacto impulsado por la Unión Europea (UE) se reuniera en Quito, capital de Ecuador, para dar una nueva oportunidad a la vía diplomática a la crisis política tramada, según distintos políticos, desde el exterior.

Después de su primera reunión el pasado 7 de febrero en Montevideo, capital uruguaya, se acordó la creación de dos grupos de trabajo que exploren vías de acuerdo para canalizar la ayuda humanitaria y la celebración de elecciones presidenciales libres, justas y transparentes con la participación de todos los actores y observación internacional.

Venezuela atraviesa una nueva crisis desde el 10 de enero, cuando Maduro tomó posesión en un segundo mandato consecutivo, luego de salir ganador de las presidenciales de mayo pasado. Sin embargo, la oposición venezolana, apoyada desde el exterior, se negó a reconocer los resultados.

Apenas dos semanas después del juramento, Guaidó, nuevo jefe de la Asamblea Nacional (AN) —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016— se proclamó como presidente interino de Venezuela, país rico en recursos petrolíferos.

En un flagrante intento de golpe de Estado, orquestado desde EE.UU., el Occidente, con Washington a la cabeza, reconoció al golpista Guaidó como mandatario aun cuando la autoproclamación es ilegal, pues viola la Constitución —los artículos 333, 350 y 233— que rige el país sudamericano desde 1999.

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