La retirada de las tropas de la base de Herat (oeste) –con más de 450 efectivos– pondrá fin a la presencia militar española en Afganistán que, desde que llegaron los primeros soldados en enero del 2002, ha resultado en la muerte de 102 militares y ha causado un gasto de 3700 millones de euros, convirtiéndola en la misión más cara de las Fuerzas Armadas españolas.
Unos 20 militares permanecerán en Kabul, la capital afgana, como representantes en el cuartel general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Aunque el contingente se ha ido reduciendo cada año, se llegaron a desplegar en este país asiático hasta 1520 militares españoles.
La OTAN, liderada por fuerzas estadounidenses y británicas, invadió Afganistán en 2001 bajo el pretexto de combatir el terrorismo y acabar con el grupo Talibán. El contingente español está integrado en las fuerzas de esta Alianza.
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