De forma solemne y pomposa, el Gobierno de Cataluña ha presentado una de sus promesas electorales y de sus organismos estrella, el nuevo Consejo por la República, para internacionalizar el conflicto catalán.
Liderado desde Bruselas, la capital belga, por el exconsejero Toni Comín y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, el nuevo órgano defenderá el derecho de autodeterminación y abrirá un registro de ciudadanos para iniciar la construcción del nuevo Estado.
El nuevo organismo será financiado por fondos privados sin partidas públicas y se instalará en la casa del Gobierno catalán exiliado en Waterloo, Buselas. La primera intervención pública de Puigdemont en el Palacio de la Generalitat tras su destierro, ha sido ovacionada por los asistentes y por su sucesor Quim Torra que ha seguido apelando a su retorno.
El organismo conformado por Junts per Catalunya (JxCat) y apoyado por Izquierda Republicana de Cataluña (ERC, por sus siglas en catalán) sin entusiasmo, tampoco contará con la Candidatura de Unidad Popular (CUP), que lo considera un mero acto simbólico. Por su lado, Ciudadanos ha asegurado que estará vigilante a cualquier uso fraudulento del dinero público.
La presentación del nuevo organismo se produce días más tarde de otra acción prometida por el independentismo, la del proceso constituyente, finalmente diluida en un órgano consultivo de debate, liderado por el cantautor Lluís Llach.
Todo esto, mientras el soberanismo continúa buscando una estrategia común de futuro, pendientes de la actuación del Gobierno español y de la Justicia respecto a los presos políticos y exiliados.
Oriol Puig, Barcelona.
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