Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en los tres primeros meses de 2018 se destruyeron 124.100 puestos de trabajo y el desempleo aumentó en cerca de 30.000 personas; un dato que ha sorprendido al Gobierno, que llevaba meses celebrando una recuperación económica.
Los expertos coinciden en que uno de los factores que ha propiciado esta destrucción de empleo es la falta de contratos indefinidos y la creación de trabajo precario, sustentada por contratos temporales.
Otro de los datos que deja la EPA es que 31.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro. También quedaron al descubierto los falsos autónomos, al aumentar el número de aquellos que dependen de una única empresa.
La caída de la ocupación se ha repartido de manera desigual entre el sector privado, donde se han perdido 155.200 puestos de trabajo, y las administraciones públicas, donde se han creado 31.000 nuevos empleos.
El mayor recorte lo ha sufrido el sector servicios al perder 110.500 empleos, pese a que el periodo de vacaciones de primavera se inició en marzo.
David Hernández, Madrid.
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