El ministro de Justicia de España, Rafael Catalá, en declaraciones este jueves a la emisora local de radio Onda Cero, ha acusado a los independentistas de buscar un enfrentamiento con el Estado de derecho y con las instituciones, además de retar y menospreciar las instituciones públicas españolas.
Según Catalá, la investidura de Turull —portavoz del anterior Gobierno catalán encabezado por el fugado expresidente Carles Puigdemont— es evidencia de que los independentistas no buscan solucionar el problema que tienen con el Estado si no quieren “seguir embarrando el terreno de juego”.
“La convocatoria del pleno es hacer juego sucio y la idea de investir a un candidato con problemas judiciales demuestra que no hay una voluntad real de encontrar soluciones de futuro, sino de seguir embarrando el terreno de juego”, ha afirmado.
Al mismo tiempo, ha recordado que para ser ‘president’ de Cataluña oficialmente se necesita de requisitos formales, en específico, la publicación del nombramiento de Turull en el Boletín Oficial del Estado y la firma del rey Felipe VI, requisitos con los que no cuenta ni contará el mencionado candidato a la Presidencia catalana.
La convocatoria del pleno es hacer juego sucio y la idea de investir a un candidato con problemas judiciales demuestra que no hay una voluntad real de encontrar soluciones de futuro, sino de seguir embarrando el terreno de juego”, ha afirmado el ministro de Justicia de España, Rafael Catalá.
También ha denunciado a los secesionistas por hacerse uso de Turull para alimentar el victimismo del proceso independentista y ha asegurado que hasta entre los separatistas no hay nadie que lo quiera para ser presidente.
En la noche del miércoles el Gobierno de Madrid, mediante un comunicado, rechazó la postulación del exportavoz del Gobierno de Puigdemont como candidato a la Presidencia de Cataluña, y consideró que colocar el pleno un día antes de la citación de Turull ante el juez que le investiga por un posible delito de rebelión "menoscaba la dignidad" del Parlamento de Cataluña.
Desde que se celebrara elecciones regionales, el pasado 21 de diciembre, y los resultados dieran una mayoría de escaños parlamentarios a las fuerzas independentistas, toda candidatura presentada por las formaciones secesionistas para presidir la Generalitat fue rechazada por Madrid, por alegar que no son unos candidatos aptos para el cargo y por ser buscados por la justicia española.
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