Una rotura de servicio en el quinto juego del primer set y dos juegos seguidos para poner el 4-3 en el segundo le valieron el pase al manacorí.
Johnson, el 54º de la clasificación mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) defendió su servicio y le aportó a sus golpeos mucha agresividad para evitar esos largos intercambios donde el balear, sobre tierra, acaba imponiéndose.
Si las dejadas fueron un buen arma para el de Orange, capaz de ponerse 3-2 por delante en la segunda manga, Nadal recuperó buenos golpeos con el revés y no mostró excesivas fisuras con su juego desde el fondo de la pista.
Nadal jugó contra Johnson de forma segura, midiendo los golpes, ajustando todo lo posible su derecha, todavía algo errática (seis fallos en el primer parcial y cinco en el segundo), y sin la chispa y el dominio al que tiene acostumbrado a su público, que este miércoles ha llenado la central Manolo Santana (cerca de 12.500 espectadores) por primera vez en la semana.
Rafa fue soltando sus golpes a medida que pasaba el encuentro, encontrándose cómodo con su revés y activando sus piernas. Tres roturas, una en el quinto juego del primer set y otras dos en el segundo acto, bastaron.
En la misma jornada y por segundo año consecutivo, el español David Ferrer, séptimo favorito, derrotó a su compatriota Albert Ramos para avanzar a los octavos de final del torneo de Madrid, con una victoria por 6-4 y 6-0 en 79 minutos.

Al jugador de Jávea, ganador este año en Doha, Río de Janeiro y Acapulco, se le da perfectamente Ramos, con quien solo ha cedido un set en cuatro enfrentamientos. Precisamente en su duelo del pasado año en Madrid, fue donde Ramos consiguió arrancarle una manga.
Ferrer se enfrentará en octavos contra el madrileño Fernando Verdasco, quien batió al croata Marin Cilic, noveno favorito al triunfo final, por 6-7 (5), 7-6 (5) y 6-3, tras dos horas y media intensas de juego.
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