El presidente en funciones del Gobierno español, Mariano Rajoy, cree que ante la reciente negativa a la investidura de Artur Mas como próximo presidente de Cataluña, “no hay otra salida” más que volver a celebrar elecciones en esa comunidad autónoma.
“Cuando las cosas se hacen mal suelen terminar mal”, ha dicho el mandatario en declaraciones a los medios locales tras el “no” de la Candidatura de Unidad Popular (CUP) de Cataluña a investir a Mas como el primer presidente independentista de la Generalitat de Cataluña.
El sentido común dice que se abandone este proceso que no conduce a ninguna parte y, si no hay alternativa, a mi que no me gusta adelantar elecciones, no va a quedar otra opción”, dice el presidente en funciones del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Rajoy ha señalado que, pese a ser contrario a que se celebren elecciones “cada media hora”, no ve otra salida más allá de la convocatoria de comicios, porque no ve posible que el presidente catalán en funciones abandone sus planteamientos independentistas.
“El sentido común dice que se abandone este proceso que no conduce a ninguna parte y, si no hay alternativa, a mi que no me gusta adelantar elecciones, no va a quedar otra opción”, ha asegurado.
El presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.
El líder del gobernante Partido Popular (PP) ha insistido en que un gobierno de izquierdas en la región más rica de España, tal y como ha propuesto la CUP, no sería "nada bueno para Cataluña y nada bueno para España".
Al ser preguntado por un hipotético gobierno en Cataluña compuesto por formaciones de “extrema izquierda” si volviesen a celebrarse elecciones, Rajoy ha asegurado que el Estado tiene los medios suficientes para hacer cumplir la ley, agregando que la soberanía nacional y la unidad “no se pueden liquidar por nadie”.
Asimismo ha advertido a las fuerzas independentistas de que mientras él sea presidente no se llevará a cabo ningún ataque a la soberanía nacional que “no tenga una respuesta con arreglo a la ley y con la proporción debida”. “Eso no se va a producir nunca", ha recalcado.
Las elecciones regionales del pasado 27 de septiembre dieron la victoria absoluta en escaños, por primera vez, a las fuerzas independentistas, aunque no alcanzaron el 50 por ciento de los votos.
Tras tres meses de intensas negociaciones, los independentistas radicales, que lograron diez diputados, se negaron a apoyar la investidura de Mas, un político neoliberal que aplicó duros recortes en sanidad y en educación y líder de un partido con las sedes embargadas judicialmente e investigado por corrupción. El "no" de la CUP ha llevado a Cataluña a una situación inaudita en la historia democrática de España.
Ante esta situación, el líder de la CUP, Antonio Baños, renunció el lunes a su acta de diputado en el Parlamento regional, tras la negativa de su formación a investir a Mas.
Ahora les toca mover ficha a los nacionalistas moderados representados por Junts pel Sí (Juntos por el Sí), que ganaron los comicios y deberán presentar un candidato alternativo a Mas, tal y como reclama la CUP.
Si no hay un candidato alternativo antes del 10 de enero, Cataluña se verá abocada a celebrar elecciones anticipadas, previsiblemente, para el 6 de marzo.