1796 uniformados del Ejército español enviados al exterior o embarcados —un 81 % del total— han emitido ya por correo su voto para las elecciones generales de este domingo, ha anunciado este domingo el Ministerio español de Defensa a la agencia Europa Press.
La mayor parte de las solicitudes de voto se han hecho desde los despliegues militares españoles en El Líbano, Irak —contingentes que cuenta con 600 y 300 efectivos, respectivamente—, Turquía, Malí, Yibuti, Senegal y Gabón, según ha precisado la autoridad militar.
El Ejército español realiza despliegues de tropas fuera de su territorio nacional en decenas de países —como Bosnia-Herzegovina, República Centroafricana o Somalia, aparte de los mencionados— y territorios disputados, como Kosovo, Sáhara Occidental o Nagorno Karabaj.
El elevado porcentaje de participación castrense, superior en 10 puntos al índice habitual en las elecciones españolas, contrasta con las escasas facilidades dadas por las autoridades españoles a sus súbditos desplazados fuera del país.
Según datos de la Oficina del Censo Electoral de España, de 1.875.272 españoles con derecho a voto residentes fuera de su país, tan solo 149.849 solicitudes de voto habían sido aceptadas hasta el sábado, es decir, en torno a un 8 %.
El deterioro de las condiciones de vida de gran parte de la sociedad española, en particular de los jóvenes sometidos a altos niveles de desempleo y precariedad laboral, ha hecho que España pase a ser país de emigración, y no inmigración como en la década anterior.
Distintos estudios señalan, entre los españoles expatriados, una insatisfacción netamente superior a la de sus compatriotas residentes en su país, y una tendencia mucho mayor a votar a formaciones críticas con los partidos hasta ahora gobernantes.
De ahí que, en el pasado mes de abril, la coalición Izquierda Unida exigiera formalmente al Gobierno español que adoptase las medidas necesarias para remover los obstáculos a la participación electoral de los expatriados.
En 2011, el ahora gobernante Partido Popular (PP) impulsó una reforma electoral, secundada por el entonces gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que impuso la necesidad de solicitar el voto cuatro meses antes de las elecciones para poder ejercitarlo.
La Marea Granate, plataforma política de españoles emigrados, ha denunciado una intención política tras esos obstáculos, y ha promovido en las últimas semanas la iniciativa #RescataMiVoto para pedir a residentes en España sin intención de votar que introduzcan en la urna la papeleta elegida por un expatriado imposibilitado para hacerlo.
El pasado jueves, tres dias antes de la jornada electoral del domingo, eran 3000 los votos así “rescatados” por la iniciativa.
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