“No decimos que [Irán] tenga armas nucleares. No decimos que tenga un programa militar —una posible dimensión militar (PMD)—, así que esa brecha, esa brecha de juicio, es algo que está en manos de los países”, ha enfatizado este lunes el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, en una conferencia de prensa en Viena, capital de Austria.
Al hacer alusión a las diferentes opiniones sobre el programa nuclear de Irán, ha aseverado que todos los países deben “caminar por una línea muy fina, objetiva e imparcial”.
Tras enfatizar que la AIEA no hace acusaciones mientras revisa los formularios, ha explicado que, debido a que no hemos recibido las respuestas que necesitamos, “no podemos asegurar que todo sea de uso pacífico”.
También, ha reiterado su extrema exactitud tanto propia como de la AIEA sobre los informes presentados respecto al programa nuclear de Irán.
Grossi ha afirmado que el enriquecimiento de uranio en sí “no es una actividad prohibida, algo que siempre me dicen mis homólogos iraníes”. “Una aclaración importante es que este material no es equivalente a las armas nucleares… la cantidad de material que se necesitaría para tenerlas”, ha agregado.
Al ser preguntado sobre la posibilidad de remitir el caso nuclear iraní al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) y la activación del denominado ‘mecanismo Snapback [mecanismo de restitución rápida]’, Grossi ha contestado tácitamente. “Bueno, creo que todo está interconectado”, ha dicho.
Ha detallado que la AIEA trabaja independientemente de las negociaciones entre Irán y Estados Unidos, aunque apoya “las negociaciones bilaterales” y trata “de ayudarlas en todo lo posible”.
En cuanto al enfoque de las negociaciones indirectas entre Teherán y Washington, ha señalado que, si se logran avances en ese proceso, es probable que Irán mejore su cooperación con la Agencia.
En la misma jornada, la Junta de Gobernadores de la AIEA ha comenzado su reunión regular de junio en Viena, en medio de informes de que Estados Unidos y la troika europea (Francia, Alemania y el Reino Unido), planean presentar un proyecto de resolución a la junta de 35 miembros, creando una ventana para activar la restitución de todas las sanciones de las Naciones Unidas a Teherán bajo un acuerdo nuclear previo de 2015 antes de que el mecanismo expire en octubre.
Una resolución de la AIEA podría complicar aún más las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos. Teherán ya se ha comprometido a tomar contramedidas decisivas si se activa el mecanismo de restitución rápida.
Desde abril, Irán y Estados Unidos han celebrado cinco rondas de conversaciones indirectas, sobre un reemplazo para el acuerdo nuclear de 2015, que se vio descarrilado por la retirada estadounidense en 2018.
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