Con motivo del aniversario 38º de la Intifada (levantamiento) del 6 de febrero y del martirio de Hasan Qasir, el presidente del Parlamento de El Líbano, Nabih Berri, elogió el viernes los sacrificios de los mártires para preservar la soberanía del país y consideró la gesta del 6 de febrero “la derrota” del proyecto de los enemigos y “la victoria de una patria” que demostró que “El Líbano es una identidad y pertenencia árabe, no una pasión y opciones hebreas”.
En este sentido, defendió que la revolución, el levantamiento, las armas y las voluntades hicieron retornar la situación a su estado normal y tomar su verdadero rumbo.
“Después de 38 años, hoy más que nunca estamos listos y dispuestos a defender los logros el 6 de febrero de 1984 y a preservarlos [...] y adherirnos a la Resistencia, su cultura, enfoque y arma en el enfrentamiento con la agresión y la codicia de Israel, para que El Líbano siga siendo un punto de victoria, no de derrota”, resaltó.
En otras declaraciones pronunciadas el jueves, Berri defendió que la Resistencia libanesa y sus armas seguirán siendo una necesidad nacional para frenar las ambiciones israelíes. “Las armas de la Resistencia son resultado de la ocupación [israelí] y no al revés”, explicó
“La Resistencia y nosotros, como el movimiento [Amal], somos parte de ella, y seguirá siendo una necesidad nacional mientras Israel esté presente en una pulgada del territorio libanés y sus ambiciones existan”, indicó el líder parlamentario.
Además, remarcó que no aceptaría el aplazamiento de las elecciones generales del Líbano “ni por un minuto”, al tiempo que expresó su sorpresa ante los informes que apuntan a su movimiento Amal (Esperanza) y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) de trabajar para posponer las elecciones.
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