El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aterrizó este viernes en el aeropuerto de Beirut. La visita le llevó a encontrarse con el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, quien le advirtió de que las sanciones contra el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) dañan al país.
Pompeo en su encuentro con el primer ministro de El Líbano, Saad Hariri, debatió las relaciones bilaterales de ambos países y los desarrollos en la región. En rueda de prensa junto al ministro de Asuntos Exteriores libanés, Gebran Bassil, mostró una auténtica obsesión por Irán y Hezbolá.
El secretario de Estado estadounidense señala que con esta visita se desea subrayar el apoyo de Washington a las instituciones estatales libanesas. Pero entre dichas instituciones está Hezbolá, con un papel activo tras unas elecciones parlamentarias.
Horas antes, el presidente de la nación, Michel Aoun, le recordó a Pompeo que Hezbolá es parte indiscutible del país. Hablaron también de las zonas marítimas que el régimen de Israel intenta arrebatar a El Líbano, donde hay gas y petróleo.
A todos sorprendió que un país que niega la ley internacional y las zonas declaradas ocupadas, hable de paz y prosperidad.
Isabel Pérez, Beirut.
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