“Seyed Hasan Nasralá (secretario general del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano, Hezbolá) ganó la guerra de nervios ante Israel”, se lee en un artículo publicado el sábado por el diario israelí Maariv.
La nota destaca el gran temor del régimen israelí a un ataque de represalia de Hezbolá a la luz del actual estado de tensión entre ambas partes, después de la muerte de Ali Kamel Mohsen, un combatiente de la Resistencia libanesa en un bombardeo israelí cerca del Aeropuerto Internacional de Damasco, Siria.
Luego del reporte “inventado” proporcionado el lunes por Israel sobre un supuesto intercambio de disparos entre uniformados israelíes y combatientes de Hezbolá, el ejército israelí ha realizado, en los últimos días, su mayor movilización de las fuerzas en la frontera libanesa desde 2006 —cuando el ente de ocupación lanzó la Guerra de los 33 Días contra El Líbano— en la región norteña de los territorios ocupados palestinos.
Pese a su incompetencia ante Hezbolá, los funcionarios israelíes han seguido sus vacuas retóricas belicistas contra El Líbano tras el escenario del pasado lunes. No obstante, varios analistas opinan que el régimen de Tel Aviv no busca dar curso a un “conflicto serio” con Hezbolá, pues sabe que no saldrá victorioso en dicho enfrentamiento.
El pasado martes, Amiram Levin, excomandante de la región militar norte del ejército israelí, reconoció la supremacía de Hezbolá en las tensiones entre este movimiento e Israel, y dijo que Nasralá ya “dicta la agenda” a los israelíes.
Maariv advirtió, por otra parte, de las amenazas continuas de Hezbolá contra el ejercito israelí, las cuales han llevado a los funcionarios militares de Israel a desear que el movimiento libanés no ataque posiciones de los sionistas, resaltó. “Nasralá nos vigila”, agregó en un tono de alerta.
Al respecto, el artículo indica que Nasralá ha logrado, “sin poner en peligro a sus combatientes”, “mantener la ecuación disuasiva ante Israel y transmitir el mensaje de que no quedará sin respuesta el asesinato de ningún combatiente de Hezbolá en El líbano y Siria”.
Varios expertos consideran que la victoria ficticia reportada por Israel en el escenario del lunes cerca de la frontera libanesa, responde a la tensa situación política en Israel debido a la respuesta fallida del ejecutivo de Benjamín Netanyahu a la pandemia de COVID-19 y los cargos de corrupción que enfrenta él mismo.
Ante la nueva violación de su soberanía por Israel, el Gobierno de El Líbano ha asegurado que se reserva el derecho a responder a cualquier agresión israelí, además de prometer presentar una queja ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) por la peligrosa escalada militar de Israel en su frontera.
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