En declaraciones a los periodistas hechas antes de firmar el veto en su escritorio, Obama ha señalado este jueves que la llamada Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés), con un monto total de 612.000 millones de dólares, "desgraciadamente se queda corta" en áreas clave.
"Mi mensaje es muy sencillo: tenemos que hacer esto bien", ha declarado Obama, agregando que la iniciativa aprobada por el Congreso de Estados Unidos, a pesar de contener “cosas buenas”, desperdicia dinero en programas inútiles.
El mandatario también ha lamentado que algunas disposiciones de esta ley prohíban las transferencias de presos de Guantánamo al territorio estadounidense, haciendo así imposible la clausura de la prisión.
Se espera que los republicanos se esfuercen por celebrar una nueva votación sobre la ley en el Congreso para alcanzar el apoyo de dos tercios de los congresistas que permitiría neutralizar este veto presidencial, que ya había prometido la Casa Blanca.
Es la quinta ocasión en que Obama utiliza su poder de veto desde que asumió la Presidencia de Estados Unidos, sin que el Congreso haya logrado hasta ahora invalidar ninguno de sus vetos.
Además del apoyo armamentístico al Gobierno de Kiev, la por ahora abortada ley fijaba una partida de 600 millones de dólares para el fracasado programa de entrenamiento de los opositores armados en Siria.
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