“Aún hay varias personas desaparecidas en este momento, pero estamos trabajando muy duro. Y vamos a continuar. Probablemente, este proceso tomará un par de días”, anunció el viernes el sheriff del condado de Kerr, Larry Leitha, en una conferencia de prensa, tras las devastadoras inundaciones que arrasaron la región al noroeste de San Antonio. El funcionario subrayó que las autoridades han confirmado 13 muertes.
Leitha advirtió que es probable que se reporten más víctimas mortales en el condado.
Según una fuente familiarizada con la operación de rescate, los equipos de rescate en helicóptero estuvieron en espera más temprano ese día, pero debieron aguardar a que mejoraran las condiciones climáticas para poder operar las aeronaves de manera segura.
En este contexto, el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, declaró que alrededor de 20 menores están desaparecidos en Camp Mystic, un campamento cristiano privado para niñas que alberga a unas 750 menores en total.
“Eso no significa que se hayan perdido, podrían estar en un árbol, podrían estar incomunicados”, subrayó Patrick.
Los operativos de rescate y evacuación acuática continuaron este viernes por la mañana en el centro de Texas, luego de que intensas lluvias, equivalentes a meses de precipitaciones, cayeran en solo unas horas, provocando un peligroso aumento en el nivel de los ríos y mortales inundaciones repentinas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) emitió al menos cinco alertas de emergencia por inundaciones repentinas —la categoría más grave— desde las 4 a.m., hora local, en partes de los condados de Tom Green, Kerr y Kendall.
Según medios locales, en algunas zonas del centro-sur de Texas ha caído, en cuestión de horas, una cantidad de lluvia equivalente a la que normalmente se registra durante todo un verano.
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