En una carta abierta dirigida al secretario del referido departamento (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, los empleados de este órgano estadounidense expresaron su fuerte descontento con la “ausencia palpable y flagrante en los mensajes del Departamento” de “reconocimiento, apoyo y lamento” por los miles de palestinos asesinados en el territorio estrictamente bloqueado de la Franja de Gaza, informó el miércoles la cadena catarí Al Jazeera.
“La grave crisis humanitaria en Gaza y las condiciones en Cisjordania son circunstancias a las que el Departamento generalmente respondería de diversas maneras. Sin embargo, el liderazgo del DHS aparentemente ha hecho la vista gorda ante los bombardeos de campos de refugiados, hospitales, ambulancias y civiles”, afirma la carta, fechada el 22 de noviembre.
La carta señala que algunos empleados “eligieron firmar esta carta de forma anónima” por temor a reacciones negativas, pidiendo al departamento que “proporcione una representación justa y equilibrada de la situación y permita una expresión respetuosa, sin temor a repercusiones profesionales”.
El documento es el último indicio de divisiones dentro de la Administración del presidente estadounidense Joe Biden, quien está bajo fuego por la postura de su gobierno sobre la brutal guerra de Israel en la empobrecida franja palestina.
El miércoles, más de tres docenas de empleados de la Casa Blanca, usando tapabocas y gafas de sol para ocultar su identidad, asistieron a una vigilia frente a las puertas de la Casa Blanca para exigir al presidente Biden que apoye un alto el fuego permanente para detener la matanza en Gaza.
El mes pasado, más de 800 empleados federales y personal de agencias independientes firmaron una carta exigiendo el apoyo urgente de Biden para un alto el fuego y una inmediata reducción de la violencia en Gaza.
Tras sufrir una derrota sin precedentes en la operación palestina Tormenta de Al-Aqsa, el régimen de Israel lanzó una guerra genocida contra la población de la Franja de Gaza el 7 de octubre, que ha dejado más de 18 600 palestinos muertos, en su mayoría mujeres y niños, y más de 50 100 heridos.
Desde el principio de la guerra genocida contra los palestinos, EE.UU. ha apoyado abiertamente a Israel y enviado todo tipo de municiones para lanzar bombardeos contra los civiles en el enclave costero. Es más, en distintas ocasiones ha vetado los intentos por llegar a una tregua. El viernes, Washington bloqueó otra resolución del Consejo de Seguridad para un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
El 20 de octubre, la Casa Blanca pidió al Senado que eliminara las restricciones al acceso de Israel a armas de un arsenal crucial de Estados Unidos en su última solicitud de presupuesto suplementario.
El 2 de noviembre, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un paquete independiente de asistencia militar para Israel por valor de 14 300 millones de dólares. Sin embargo, la legislación aún no ha sido aprobada por el Senado.
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