“Estados Unidos ingresó dos convoyes de armas, grandes cantidades de municiones y equipos logísticos a sus bases militares en los campos de gas de Conoco y de Al-Omar”, ha informado este viernes la agencia siria oficial de noticias, SANA, citando a fuentes locales en la provincia oriental de Deir Ezzor.
Las fuentes han señalado que el blindaje de las bases estadounidenses se debe a la escalada de ataques de grupos populares contra la presencia de las tropas norteamericanas y la milicia kurdo-árabe Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en la región.
La noticia sale a la luz un día después de que un cohete alcanzó una base norteamericana en el campo petrolero Al-Omar, ubicado en el este de Deir Ezzor.
Conforme a medios locales, un grupo desconocido perpetró la ofensiva la mañana del jueves (hora local), que también desencadenó un incendio.
La llamada coalición liderada por EE.UU. ha indicado este viernes que cuatro militares resultaron heridos “de manera leve y con posible trauma cerebral”.
Estados Unidos y sus aliados se instalaron en Siria desde 2014, sin contar con la debida autorización del Gobierno de Damasco, presidido por Bashar al-Asad, bajo el pretexto de combatir al grupo terrorista Daesh.
Eso, mientras que Damasco acusa a Washington de saquear los recursos del país, además de pertrechar, entrenar, financiar y armar a las bandas terroristas, a fin de derrocar al legítimo Ejecutivo de Al-Asad, quien ha prometido una y otra vez arrebatar el país a los terroristas y expulsar a los invasores.
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