• Soldados de EE.UU. en la base militar de Ain Al-Asad en la provincia de Al-Anbar, Irak, 13 de enero de 2020. (Foto: Reuters)
Publicada: miércoles, 10 de noviembre de 2021 19:23

El Ejército de Estados Unidos tiene planeado otorgar más medallas a los soldados que resultaron heridos en el ataque de Irán contra su base en Irak.

El 8 de enero de 2020, Irán atacó con misiles base militar estadounidense Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar, y, también, una base en Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí, como una respuesta del asesinato del teniente general iraní, Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, quien fue asesinado días anterior por Estados Unidos.

En las semanas posteriores al ataque, la Administración estadounidense, entonces presidida por Donald Trump, minimizó las lesiones que habían sufrido las tropas y consideró que no son graves los daños causados por el ataque.

No obstante, no fue hasta más de un mes más tarde cuando el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) reconoció que más de 100 soldados habían sufrido lesiones cerebrales traumáticas por los misiles que se estrellaron contra la base.

Alrededor de 80 soldados involucrados en el ataque presentaron documentación para medallas del Corazón Púrpura, que se otorga a los soldados muertos o heridos por la acción enemiga. Sin embargo, solo 30 de ellos recibieron la medalla.

 

Y ahora, conforme afirmó el martes el teniente coronel Gabe Ramírez, un portavoz del Ejército estadounidense, Washington baraja duplicar con creces la cantidad de medallas del Corazón Púrpura recibidos por los soldados heridos en el ataque y otorgar 39 medallas más a las tropas estadounidenses, lo que confirma aún más las lesiones causadas por el ataque misilístico iraní, según ha recogido este miércoles el dairio local USA Today.

La contundencia del ataque iraní también se evidenció en diversas fotos y declaraciones como las del sargento estadounidense Daine Kvasager, quien dijo haber tenido la sensación de que estaba cerca del fin y de la vicecoronel del Ejército estadounidense Staci Coleman, que describió el ataque de Irán como “aterrador”.

Es más, conforme al diario estadounidense The Washington Post, las fuerzas estadounidenses que sobrevivieron todavía enfrentan las consecuencias del ataque, el más fuerte efectuado contra EE.UU. en los últimos años.

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