El secretario general del movimiento iraquí Asaib Ahl al-Haq, Qais al-Jazali, ha pedido este lunes al Gobierno y al Parlamento de Irak que tomen las medidas necesarias para garantizar la soberanía del país, asegurar la retirada de las fuerzas turcas del territorio iraquí y proteger la franja fronteriza.
Esto ocurre después de que el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) anunciara su disolución. Al-Jazali ha destacado que este anuncio puso fin al pretexto que tenía el ejército turco para ocupar zonas de Irak.
“Tras el anuncio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán de su disolución y desarme, por iniciativa de su líder, Abdolá Öcalan, se puso fin a más de cuatro décadas de conflicto con sucesivos gobiernos turcos, que se ha cobrado la vida de decenas de miles de personas”, ha aseverado.
El líder iraquí ha señalado que la medida del PKK deja sin excusas al ejército turco para mantener su ocupación de vastas áreas, que suman más de cinco mil kilómetros cuadrados de territorio iraquí, y sus más de 183 bases militares en las tierras de las gobernaciones de Duhok y Erbil, además de la base de Bashiqa en la gobernación de Nínive.
“El gobierno iraquí debe dar seguimiento a la implementación del proceso de paz y proporcionar todas las capacidades posibles para asegurar su éxito, ya que esto redunda en el interés supremo de Irak y para preservar su seguridad y soberanía”, ha planteado Al-Jazali.
Además, ha señalado que las fuerzas iraquíes están presentes para proteger la frontera desde el lado iraquí, lo cual es importante y necesario para asegurar que los elementos del PKK no vuelvan a cruzarla, y también es una garantía para evitar la entrada de fuerzas turcas en el futuro, por cualquier motivo, ha agregado.
El PKK, un grupo militante que ha estado en conflicto armado con el Estado turco durante más de cuatro décadas, ha anunciado este lunes de su disolución y el fin de su lucha armada.
La decisión, según la agencia de noticias en lengua kurda Firat, ha seguido a un congreso celebrado la semana pasada en el norte de Irak y es la respuesta a un llamado del jefe del grupo encarcelado, Abdolá Öcalan, para disolverse.
La disolución del PKK marcaría un acontecimiento histórico que, según los expertos, podría allanar el camino para los esfuerzos de paz entre el Estado turco y varios grupos kurdos o para revisar las relaciones turco-kurdas.
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