“Se impondrán nuevas sanciones a los no sirios por brindar asistencia a Siria, de conformidad con la ‘Ley César’”, dijo el miércoles el enviado especial de EE.UU. para Siria, Joel Rayburn, durante una audiencia ante el Congreso.
Tras señalar que Estados Unidos pretende privar al mandatario sirio, Bashar al-Asad, del apoyo extranjero, Rayburn no descartó que Rusia también sea objetivo de embargos estadounidenses por su respaldo a Damasco.
Ya con anterioridad, Moscú había indicado que la imposición por EE.UU. de sanciones a los países que apoyen a Siria da alas al terrorismo y hace peligrar el proceso de paz en el país árabe.
La “Ley César”, aprobada en diciembre de 2019 por el Congreso y el presidente de EE.UU., Donald Trump, es la nueva versión de las medidas coercitivas de Washington contra Damasco, y se considera la más severa contra un pueblo que sufre, desde hace más de nueve años, una guerra catastrófica a todos los niveles.
Esta legislación autoriza la imposición de castigos adicionales a Al-Asad, y a los altos dirigentes de este país, así como a las entidades financieras sirias y sus colaboradores extranjeros.
Los sirios, no obstante, han dicho que frustrarán los embargos norteamericanos y sus efectos y salvaguardarán la economía del país, tal como lograron vencer el terrorismo takfirí.
Damasco alerta de las consecuencias devastadoras de la política de restricciones del Gobierno estadounidense, pues contradicen las disposiciones del derecho internacional, especialmente durante la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
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