En un informe publicado este martes en su sitio web, la cadena estadounidense de televisión CNN ha informado que el contrato para la venta de 66 nuevos cazas F-16 a Taiwán concluyó el viernes pasado.
El reporte indica que el Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) otorgó un sustancioso contrato a Lockheed Martin de 62 000 millones de dólares, en el que se incluyen 4940 millones para la fabricación de 90 aviones de combate F-16 para dos clientes extranjeros, a saber: Taiwán y Marruecos.
Taipéi lleva desde 2006 tratando de adquirir los 66 F-16 nuevos para reemplazar a su avejentada flota de F-5 Tiger II; no obstante, para no enfurecer a China, la negociación con EE.UU. no había prosperado hasta ahora.
Sin embargo, bajo la coyuntura actual, en la que los lazos Washington-Pekín atraviesan su peor momento en décadas, EE.UU. finalmente formalizó el contrato para la entrega de los referidos cazas a Taiwán.
China, que considera a Taiwán una provincia rebelde y parte integrante de su territorio, ha denunciado en reiteradas ocasiones que los contactos diplomáticos y convenios militares entre la isla y Washington “violan gravemente el principio de una sola China”.
La Cancillería china había amenazado anteriormente con que impondría sanciones a la empresa Lockheed Martin si procedía a la venta de los cazas F-16 a Taipéi, dejando en claro que la cuestión del estrecho de Taiwán es el tema más sensible en las relaciones sino-estadounidenses.
A pesar de las advertencias de Pekín, Washington ha cortejado a Taipéi para hacer frente a China. A raíz de la escalada de tensiones entre EE.UU. y China, estas potencias se hallan al borde de una nueva guerra fría, que, conforme alertan destacados expertos, podría conducir, incluso, a una contienda militar.
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