Durante una conferencia celebrada el lunes junto al gobernador del estado de Connecticut, Ned Lamont, el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., el Dr. Anthony Fauci, advirtió de la propagación del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y afirmó que EE.UU. está en una nueva fase de dicha enfermedad.
Los comentarios del experto estadounidense aludían a la propagación comunitaria que está teniendo lugar en casi todos los estados que conforman el país, y al respecto indicó que es muy difícil de evitar y contener.
Según Fauci, la propagación se produce fuera de espacios confinados, como residencias de ancianos, cárceles y plantas de procesamiento de carne.
Tal y como alertó el especialista, “cuando existe una propagación comunitaria extendida, hay personas que están transmitiendo la COVID-19 y que no tienen ningún síntoma, lo cual hace difícil identificarlas, aislarlas y rastrear contactos”.
Por su parte, la coordinadora del grupo de trabajo sobre el coronavirus de la Casa Blanca, la doctora Deborah Birx, en una entrevista concedida el domingo a la cadena estadounidense CNN, señaló que la COVID-19 actualmente supone una amenaza mayor que cuando comenzaron los primeros brotes, a principios de este año en curso.
De acuerdo con las declaraciones de Birx, esta pandemia ahora mismo es diferente y está “extraordinariamente extendida”, tanto en áreas urbanas como en zonas rurales.
Los comentarios de la especialista, que resaltó la importancia de usar mascarillas y practicar el distanciamiento físico, la convirtieron en blanco de un ataque del presidente de EE.UU., Donald Trump, que la llamó “patética”.
Desde el principio de la crisis sanitaria, Trump ha minimizado las instrucciones de sus asesores y del personal médico, y ha optado por considerar a la COVID-19 una “pequeña gripe”; sin embargo, debido a su negligencia, EE.UU. ya es la nación más golpeada en el mundo, pues registra el mayor número de infectados y muertos.
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