Una delegación de la CIDH realizó el martes la propuesta a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, en el marco de una visita de trabajo, iniciada el lunes, a la frontera sur de Estados Unidos para observar la situación respecto a los derechos humanos de migrantes que buscan entrar al país.
Queremos que la Casa Blanca aplique “el principio de no devolución a personas cuyas vidas y libertades podrían estar amenazadas o están en riesgo. Esta es una labor continua y un esfuerzo permanente”, señaló al respecto Luis Ernesto Vargas, relator para los derechos de los migrantes del organismo, al canal televisivo en español Telemundo.
A continuación, Vargas subrayó que el ente ha rechazado enérgicamente cualquier política migratoria que conduzca a la separación de familias toda vez que genera una práctica violatoria de los derechos humanos, en particular de niñas, niños y adolescentes.
La CIDH prevé preparar informes y recomendaciones y agilizar decisiones sobre casos y peticiones que se presenten ante la entidad, añadió Vargas. El organismo también ha anunciado que sostendrá reuniones con autoridades del Estado, organizaciones de la sociedad civil, con personas migrantes, solicitantes de asilo y refugiadas, y otros actores relevantes.
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Queremos que la Casa Blanca aplique “el principio de no devolución a personas cuyas vidas y libertades podrían estar amenazadas o están en riesgo. Esta es una labor continua y un esfuerzo permanente”, señala Luis Ernesto Vargas, relator para los derechos de los migrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La @CIDH visitó el Centro de Detención de #migrantes Otay Mesa en San Diego con amplio acceso a las instalaciones, documentó e entrevistó personas detenidas de distintas nacionalidades sobre sus historias, condiciones de integridad y situaciones jurídicas. #CIDHFronteraUSA pic.twitter.com/cMerJAEGjr
— CIDH (@CIDH) August 21, 2019
Desde 2016, cuando Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de EE.UU., el magnate neoyorquino ha dispuesto diversas medidas contra los indocumentados, entre ellas, militarizar la frontera con México, detener a miles de migrantes irregulares y separar a los padres de sus hijos que habían logrado entrar en suelo estadounidense.
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Todo eso ha provocado la denuncia de grupos de derechos humanos acerca del trato que estarían recibiendo los migrantes, mientras el inquilino de la Casa Blanca está decidido a cesar de una vez el flujo migratorio procedente de países de Centroamérica.
En línea con la política antimigratoria de Trump, el jefe de Estado republicano firmó recientemente un acuerdo con Guatemala para convertirlo en “tercer país seguro” para los migrantes. El pacto permite a Washington devolver al país centroamericano a migrantes que soliciten asilo en su territorio y tendrá una vigencia de dos años.
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A este respecto, Ernesto Vargas resaltó que la CIDH ve con recelo los esfuerzos de la Administración Trump por suscribir acuerdos de “tercer país seguro” en países que, puso de relieve, no reúnen las condiciones para acoger a migrantes.
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