“En el momento en el que Maduro se vaya, todo el mundo va a levantar la mano y (decir): ‘Elígeme a mí, yo soy el próximo presidente de Venezuela’. Serían más de 40 personas las que se creen que son el legítimo heredero de Maduro”, ha declarado Pompeo.
El secretario estadounidense de Estado ha reconocido, de este modo, que existen muchas divisiones dentro de la oposición venezolana, según ha desvelado este miércoles el diario The Washington Post, citando un audio de una reunión privada que Pompeo mantuvo la semana pasada en Nueva York.
“Nuestro dilema, que ha sido mantener unida a la oposición, ha resultado ser tremendamente difícil”, ha añadido, antes de señalar que, desde el año 2017, el presidente estadounidense, Donald Trump, lleva intentando unir a la derecha del país bolivariano para poder derrocar a Maduro.
En el momento en el que (el presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro se vaya, todo el mundo va a levantar la mano y (decir): ‘Elígeme a mí, yo soy el próximo presidente de Venezuela’. Serían más de 40 personas las que se creen que son el legítimo heredero de Maduro”, dice el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo.
Por otro lado, Pompeo ha lamentado el fracaso del intento de golpe de Estado del pasado 30 de abril por Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) de la República Bolivariana —de mayoría opositora y declarada en desacato desde 2016— quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela.
Tras la autoproclamación de Guaidó, la Administración de Trump ha recurrido a todas las opciones, incluidos los embargos y un fallido golpe de Estado, para derrocar a Maduro. Además, el inquilino de la Casa Blanca ha amenazado una y otra vez con invadir Venezuela.
El lunes, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, advirtió que “supuestos investigadores” vinculados a la Inteligencia estadounidense y financiados por las corporaciones que tienen “claros intereses” económicos en Venezuela —país rico en petróleo y recursos naturales— preparan “expedientes” de espionaje para justificar cualquier acción contra la República Bolivariana, incluida la militar.
Ante esta coyuntura, las autoridades venezolanas han aseverado que no se quedarán de brazos cruzados y defenderán su soberanía e integridad territorial ante la hostilidad de Washington.
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