De hecho, a través de un mensaje en su cuenta de Twitter, Trump defendió el viernes su decisión de elevar al máximo su presión sobre Pekín al ordenar iniciar el proceso de imponer aranceles a casi todo lo importado de China, a riesgo de dañar el crecimiento económico mundial y desestabilizar los mercados.
“Los aranceles traerán MUCHA MÁS riqueza a nuestro país que incluso un acuerdo fenomenal del tipo tradicional. Además, mucho más fácil y más rápido de hacer”, tuiteó el mandatario estadounidense.
Del mismo modo, el inquilino de la Casa Blanca alegó que con aplicar tal medida ahora se puede ayudar a los pueblos hambrientos. “¡Se otorgarán exenciones en algunos productos, o ir a una nueva fuente!”, agregó.
Los aranceles (a productos chinos) traerán MUCHA MÁS riqueza a nuestro país que incluso un acuerdo fenomenal del tipo tradicional. Además, mucho más fácil y más rápido de hacer”, tuitea el presidente de EE.UU., Donald Trump.
En otro mensaje, Trump anunció que Washington y Pekín mantuvieron negociaciones comerciales “sinceras y constructivas” que seguirán en curso. También dejó claro que el futuro de esta medida dependerá del progreso en las negociaciones entre los dos países.
Sin embargo, poco después de este tuit, el secretario de Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, contradijo a Trump asegurando a la cadena CNBC que “por ahora” no está planeado nuevas negociaciones comerciales con el gigante asiático.
Washington impuso en marzo de 2018 aranceles al acero y al aluminio producidos en China. Luego le fijó tasas de 25 % a bienes chinos por 50 000 millones de dólares y más tarde una de 10 % a otros artículos por 200 000 millones de dólares.
La medida de Trump es un jarro de agua fría sobre las conversaciones que mantiene desde el jueves con Pekín en Washington para intentar poner fin a la guerra comercial. Ambas partes habían programado seguir con sus negociaciones para intentar alcanzar algún pacto comercial.
ftn/ktg/krd/hnb
