El grupo de ataque va dirigido por el portaviones Harry S. Truman e incluye cruceros lanzamisiles y destructores que iniciaron el martes operaciones marítimas en la zona de responsabilidad de la Sexta Flota de EE.UU., en torno al este del Atlántico y el Mediterráneo.
De ello informó ayer martes la Armada estadounidense mediante un comunicado, en el que se define el objetivo de las operaciones como “seguir con el apoyo a los aliados de la OTAN, países socios europeos y africanos”.
“El regreso del grupo de ataque nos brinda la oportunidad de operar y entrenar con nuestros aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y nuestros socios regionales, lo que mejorará nuestra interoperabilidad y preparación mientras trabajamos juntos para asegurar una región segura y próspera para todos”, ha declarado Lisa Franchetti, comandante de la Sexta Flota de EE.UU.
El regreso del grupo de ataque nos brinda la oportunidad de operar y entrenar con nuestros aliados de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y nuestros socios regionales, lo que mejorará nuestra interoperabilidad y preparación mientras trabajamos juntos para asegurar una región segura y próspera para todos”, dice Lisa Franchetti, comandante de la Sexta Flota de EE.UU.
La flotilla estadounidense partió el 28 de agosto de la base naval de Norfolk (Virginia), junto al crucero lanzamisiles de clase Ticonderoga USS Normandy, los destructores lanzamisiles USS Arleigh Burke y USS Forrest Sherman y nueve escuadrones del Ala Aérea Embarcada rumbo a Nápoles (Italia), la sede de la Sexta Flota de EE.UU.
El USS Harry S. Truman es el mismo portaviones que EE.UU. usó en abril para lanzar un ataque con misiles contra el Ejército sirio.
Además, en plena tensión por la posible operación de Damasco en la provincia siria de Idlib (noroeste), EE.UU. ha enviado este mes al Mediterráneo el buque de guerra SS Bulkeley (DDG-84), con 56 misiles de crucero Tomahawk.
Medios militares estadounidenses habían revelado anteriormente que la presencia en el Mediterráneo de portaviones y buques norteamericanos de otro tipo tiene por objetivo contrarrestar los “desafíos” de Rusia.
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