El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha vuelto a atacar este lunes el acuerdo nuclear de 2015 firmado por Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), del que se salió Washington, y asegura que EE.UU. “ejercerá una presión financiera sin precedentes” contra Irán a fin de lograr un mejor pacto.
El máximo diplomático norteamericano ha planteado 12 condiciones a Irán y ha afirmado que Washington está preparado para normalizar sus relaciones con Teherán si éste “cumple con nuestras demandas”.
“Estas demandas, que incluyen que Irán abandone el enriquecimiento de uranio y que ponga fin a todo apoyo a sus aliados, son poco realistas”, escribe el periodista estadounidense Josh Rogin en un artículo de opinión publicado este lunes en The Washington Post.
El artículo cita algunos argumentos, entre ellos, que el presidente estadounidense, Donald Trump, usa la doctrina de “escalar para reducir la escalada” hacia Irán, es decir “aumenta la presión y la tensión con el fin de obtener el mejor trato posible”.
“Algunos señalan a Corea del Norte como un caso en el que este enfoque ha dado frutos. Hay dos problemas con esta teoría. El éxito con Corea del Norte está lejos de estar asegurado. Además, Irán no es Corea del Norte”, subraya Rogin.
Las demandas (estadounidenses), que incluyen que Irán abandone el enriquecimiento de uranio y que ponga fin a todo apoyo a sus aliados, son poco realistas”, escribe el periodista estadounidense Josh Rogin en un artículo de opinión publicado en The Washington Post.
El periodista también explica que “a diferencia de Corea del Norte, Irán no será aislada fácilmente y, además, los aliados y socios de Estados Unidos no están de acuerdo con la estrategia” de Trump respecto al país persa.
El analista advierte de que “las sanciones no son una estrategia” y adelanta que la Administración estadounidense no tendrá ningún éxito con su nuevo plan ambiguo y poco realista sobre Irán.
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