Según informó el jueves la CNN, los servicios de inteligencia de Rusia —entre ellos el Servicio de Inteligencia Extranjera (SVR, por sus siglas en ruso)— han aumentado de manera significativa sus operaciones en el territorio estadounidense, de modo que ya hay unos 150 espías rusos en EE.UU.
El aumento de estas operaciones, advierte el rotativo, se ha registrado tras las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2016 y, especialmente, luego de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
“Los rusos han mantenido una agresiva presión sobre Estados Unidos y su exitosa injerencia en las elecciones no les ha disuadido”, dice uno de los oficiales que cita el rotativo en su informe, además de asegurar que el aumento en las actividades de espionaje de los rusos en EE.UU. es casi sin precedentes.
Por otra parte, las fuentes culpan a las Administraciones de Trump y de su predecesor, Barack Obama, por no haber respondido con medidas más fuertes al enterarse de las supuestas injerencias rusas en las elecciones de Estados Unidos.
Los rusos han mantenido una agresiva presión sobre Estados Unidos y su éxito en su injerencia en las elecciones no les ha disuadido”, dice uno de los oficiales citados por la cadena CNN.
Russian spies are ramping up their intelligence-gathering efforts in the US https://t.co/7J0CASVnSU pic.twitter.com/PBTaVKqYpx
— The Situation Room (@CNNSitRoom) July 6, 2017
Además, aseguran que el Departamento de Estado de EE.UU., a pesar de tener información sobre individuos rusos que podrían ser espías, ha seguido otorgándoles visados temporales y de este modo ha puesto en peligro la seguridad del país norteamericano.
Sobre el motivo del espionaje ruso en EE.UU.. algunos analistas creen que los rusos buscan obtener más información sobre Trump y su equipo dado que hasta el momento la nueva Administración estadounidense ha mostrado ser impredecible, mientras otros apuntan al aumento de las tensiones entre los dos países.
“Cada vez que hay un deterioro de relaciones entre dos países, el espionaje y las operaciones de inteligencia llegan a ser mucho más importantes, ya que cada parte busca información para determinar los planes e intenciones del Gobierno rival”, indica Steve Hall, el retirado jefe de operaciones de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés).
El último caso de medidas estadounidenses relacionadas con espías tuvo lugar en diciembre de 2016, cuando Obama expulsó a 35 diplomáticos rusos por supuestamente, realizar actividades de espionaje al tratar de obtener información clasificada en Estados Unidos.
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