Carlos Santa María
“No hay mayor noble guerrero que pelear en una noble batalla”.
La traición de la Agencia Internacional de Energía Atómica, dirigida por el argentino Rafael Grossi, ha quedado al descubierto puesto que dio el visto bueno concreto para la agresión israelí a través de su comunicado condenando a Irán supuestamente por no cumplir los estándares nucleares y, a su vez, dejar en duda la creación de una bomba atómica. Asimismo, entregó toda la información reservada conseguida en sus diversas inspecciones basado en la confianza que depositaron en su transparencia las autoridades, siendo engañados al compartir información de espionaje con direcciones de científicos y científicas, incluso fotos, junto con localizaciones secretas que sirvieron de base para la agresión sionista.
La trampa que estableció Netanyahu en conjunto con Trump fue hacer creer que mientras hubiera conversaciones para dialogar sobre el programa nuclear pacífico de Irán no habría acciones desestabilizadoras, realizando exactamente lo contrario y confirmando el involucramiento directo de Estados Unidos al proporcionar el ardid preciso.
Es indudable que las amenazas del mandatario estadounidense destruyen toda la confianza para aquellos que ingenuamente creen en la legalidad internacional o las Naciones Unidas, al decir directamente que podrá asesinar al líder de Irán, el respetable ayatolá Ali Jamenei, cuando él lo decida, haciendo del sicariato otra arma propia de la mentalidad colonialista y desmembradora de seres humanos.
Por ello es necesario mostrar al mundo la cobardía occidental que ha unido a tres potencias nucleares como son USA, Gran Bretaña, Francia, más la nación germen del nazismo, Alemania, entre otras, a “Israel” con 400 ojivas nucleres, todas aportando líneas defensivas de misiles, dinero en cantidades alarmantes, logística, misiles contra el gobierno persa, cuestionado por la mayor parte del mundo. Es decir, la “coalición de cobardes” contra una sola nación defendiéndose demuestra que definitivamente el Occidente no ha ganado ninguna guerra contra países mucho más pequeños y, pese a la indudable superioridad en recursos, simplemente su cobardía los precede.
¿Qué sucederá ahora en la región?
En entrevista analítica con HispanTV, un canal de alto coraje y en estos momentos detenida en parte por la agresión ilegal a medios de comunicación como la televisión nacional persa, sin dudar en asesinar periodistas y silenciar la comunicación que confirma la verdad, pude plantear cuatro respuestas a este conflicto.
Primero: jamás pensaron con su mentalidad sionista que habría respuesta.
El sionismo parte de un fundamento occidental absolutamente erróneo cual es creer que su filosofía del mundo es universal y perfecta, lo que demuestra una visión enfermiza, siquiátrica, pues nadie en el mundo puede considerarse por encima de otro y recibiendo desde órdenes divinas hasta creencias sobre sobrestimación cultural.
Lo anterior explica que la élite sionista jamás creyó en que habría respuesta y de tal magnitud, hasta el punto de llevar más 19 oleadas de acción conflictivando la refinería de Haifa, Tel Aviv, aeropuertos, Ministerio de Defensa, instalaciones de energía eléctrica y muchas otras.
Segundo: su creencia sionista era que Irán se rendiría máximo en cuatro días.
El ataque artero aprovechando la infiltración en el país les permitió el asesinato de la cúpula militar, nueve científicos identificados por la AIEA, destrucción de seres humanos en lugares civiles, el cual tuvo un primer impacto que hubiera sido demoledor en otro país que no fuera Irán, con una civilización milenaria y una sabiduría indescriptible, por lo cual en el menor tiempo posible todo el sistema jerárquico y táctico estaba reconstruido.
Naturalmente hay que aceptar las debilidades con una autocrítica serena al no prever la maldad que impera en la doctrina diabólica e infernal que pretende entronizar al demonio en el Universo si es posible, logrando su primer objetivo con un relativo éxito. Afortunadamente, la respuesta fue de tal magnitud e imparable que estremeció a la cúpula militar israelí estadounidense y los hizo reflexionar sobre un espectáculo que creían ganador y resultó desarticulado.
Tercero: creyeron que su fuerza era invencible, especialmente a través de la Cúpula de Hierro, apoyo occidental y espionaje macabro.
Los datos son significativos y la destrucción de la refinería en Haifa es símbolo de una derrota, además que su defensa entró en shock profundo al llegar a menos del 40% de efectividad, pese al apoyo científico bélico de todo Occidente.
Cuarto: la resistencia del pueblo sionista sería superior a la afectación real.
Actualmente la población en los territorios ocupados está encerrada en búnkeres, estaciones de trenes, en recintos de seguridad, con problemas de comunicación, recreación, alimentación, movilización, mientras la población persa con sus diversas etnias sigue una vida relativamente normal lo que crea una situación de crisis muy fuerte en “Israel”, expuesto por un ex asesor del Pentágono sentenciando que la nación sionista estaba en peor situación de lo que la gente pensaba.
¿Qué ocurrirá con Estados Unidos y Donald Trump, en tanto estado terrorista global?
Ahora que se confirma plenamente que Netanyahu únicamente evita su juicio y condena a través de actos de genocidio, tal como lo declara Bill Clinton, las amenazas de intervenir Trump atacando a Irán, demostrando su temor pese a una abundante estructura militar y no su inteligencia o dignidad que ratifica su escasa comprensión moral e intelectual basada simplemente en una supremacía que le da el poder de asesinar, destruir, ocupar a los pueblos.
Tal vez, para detener estas amenazas falta que en estos días Vladimir Putin y Xi Jinping advirtieran a Estados Unidos, en un lenguaje directo y sin ambigüedades, que una acción descabellada de esa nación los obligaría a actuar en defensa de Irán. Eso disuadiría rápida y definitivamente a este cobarde.
¿Cómo se explica el ataque de Trump a Irán?
Claramente porque “Israel” está fracasando en su guerra y debe apoyarlo para equilibrar las acciones, independiente de la información falsa del Occidente. Así, el ataque a las instalaciones nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan son solo la vulneración de los derechos de cada soberanía y con un rechazo mundial.
Trump, mentiroso compulsivo, ha manifestado que fue un éxito maravilloso pese a que no hay ninguna verificación de lo logrado, que Irán deberá sentarse a negociar lo que es absurdo ya que no hay nada que dialogar si no se suspenden los ataques, y que continuará sus agresiones si no hay paz, la que es imposible al violar los principios de la justeza social. Irán continuará su soberanía con altivez.
Habrá que esperar la continuación de la Verdadera Promesa III con sabiduría y contundencia, y se verá los verdaderos aliados de la nación persa. Esperemos que la dignidad y el respeto se vuelvan un hábito de vida para la Humanidad.