Los indignados, —más de mil personas— se congregaron a las afueras del Teatro Fox, sede del debate de los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano.
Los participantes en las protestas, entre ellos miembros de grupos proinmigrantes “Black lives matter” (la vida de los negros importa) y el movimiento 'Lucha por $ 15', denunciaron la falta de acción de los republicanos ante la crisis migratoria y la discriminación racial que enfrenta la población afroamericana, así como los problemas económicos.
Bienvenido a Pure Michigan. El estado más racista en el país, el hogar de la milicia y el Klan", se leían en algunos carteles que portaban los manifestantes.
Algunos manifestantes gritaban lemas contra el aspirante a la Casa Blanca, el magnate republicano Donald Trump, quien ha levantado fuertes críticas por su retórica contra los inmigrantes y otros colectivos.
"Bienvenido a Pure Michigan. El estado más racista en el país, el hogar de la milicia y el Klan", se leían en algunos carteles que portaban los manifestantes en referencia al grupo “Ku Klux Klan (KKK)”, que promueve la xenofobia, así como la supremacía de la raza blanca, homofobia, y el racismo, entre otros.
Algunos otros manifestantes denunciaban, además, la desatención del GOP (Partido Republicano) hacia el gran problema de contaminación de aguas que tienen los residentes de Flint en Michigan.
La planta de agua de Flint está contaminada con plomo, por lo que no es apta para el consumo. La Guardia Nacional distribuye agua embotellada a los habitantes esta ciudad, sin embargo, no es suficiente para llevar una vida normal. El presidente Barack Obama declaró el estado de emergencia en Flint, pero el problema sigue sin resolverse.
Los manifestantes pidieron la renuncia y detención del gobernador de Michigan, Rick Snyder, al que consideran responsable de la prolongada crisis.
La localidad de Flint situada en el llamado 'Cinturón del óxido' de EE.UU. —zona en la que se encuentra la industria del automóvil y del metal de los Grandes Lagos—, tiene unos 100.000 residentes, en su gran mayoría población pobre, que han denunciado en repetidas ocasiones el mal estado del agua que utilizan a diario para cubrir sus necesidades básicas.
Las fuentes médicas han advertido que cerca de 8.000 niños menores de 5 años que residen en Flint podrían sufrir daños cerebrales permanentes debido al alto nivel de plomo existente en el agua de la ciudad.
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