Así anunció el lunes el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Eulogio del Pino, durante una visita oficial de dos días a Nueva Delhi, capital de La India.
De acuerdo con el funcionario, Venezuela mantuvo en abril conversaciones con los interesados sobre la posibilidad de mezclar su crudo pesado con los más ligeros de sus aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con el fin de crear una nueva variedad que pueda competir con el creciente bombeo de EE.UU. y Canadá.
"Tenemos varios países interesados en hacer eso porque significa sinergias", fiarmó Del Pino en una entrevista. "Nigeria está interesado, Argelia, Irán (...) Angola también", agregó en el marco de una reunión con el ministro indio de Petróleo, Dharmendra Pradhan.
La propuesta, que sería la expansión de un plan piloto del año pasado que involucró al petróleo de Argelia, estaría dirigida a suplir a refinerías construidas para los crudos de grado medio más que para las de crudo ligero, que tienen abundantes suministros como resultado del auge del esquisto en América del Norte.
Del Pino agregó que la compañía estaba considerando la importación de crudo ligero o el uso de su propio petróleo durante un mantenimiento de mejoradores previsto para finales de año.
El nuevo liderazgo de PDVSA busca soluciones creativas en un momento de mayor competencia del mercado y también está tratando de capear una caída en los precios del petróleo.
Asimismo, Del Pino estimó que los precios del petróleo podrían recuperarse en el segundo semestre del año por una alza de la demanda de los grandes mercados asiáticos como La India y China.
La producción actual de petróleo de Venezuela se sitúa en alrededor de 3 millones de barriles por día (bpd), indicó Del Pino, añadiendo que la nación sudamericana está exportando alrededor de 400.000 bpd a La India y unos 800.000 bpd a su aliado clave, China.
Asimismo, recientemente Venezuela y Rusia firmaron un acuerdo para hacer inversiones por unos 14 mil millones de dólares en proyectos de petróleo y gas en los próximos años.
Después de que la OPEP decidiera en noviembre del año pasado no recortar su producción, los precios del crudo, por el exceso de oferta en el mercado, sufrieron una fuerte caída. Según algunos analistas, EE.UU. y su aliado Arabia Saudí fueron los responsables de la decisión de la OPEP, en un complot petrolero urdido por Washington contra los países soberanistas.

Ante la bajada de los precios del crudo, Venezuela, afectada particularmente porque sus divisas provienen de la venta de dicho bien, realizó llamados y giras a países como Arabia Saudí e Irán en busca de soluciones.
En la última reunión de los productores de la OPEP se decidió mantener "el mismo tope" de producción: 30 millones de barriles diarios hasta el próximo 4 de diciembre, día previsto para la siguiente reunión de la OPEP, la medida que recibió Caracas con beneplácito.
Desde febrero, los precios se han recuperado en parte y se sitúan ahora alrededor de los 60 dólares, pero siguen muy por debajo del nivel de hace un año, cuando el barril superaba los 100 dólares.
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