Es el mismo problema que causó un retiro de 189.000 vehículos el septiembre del año pasado, lo que eleva el total a más de 656.000. Un grupo activista de seguridad dijo que el retiro debe ser expandido y que el problema afecta a hasta 5 millones de vehículos Fiat Chrysler con piezas similares.
La compañía dijo que va a retirar Dodge Durango modelos 2012 y 2013 y Jeep Grand Cherokee 2011 vendidos fuera de Norteamérica, agregándolos a un retiro de septiembre del año pasado. Los Jeep tienen motores diésel.
Chrysler dice que el relevador de la bomba de combustible puede deformarse y hacer que el bombeo falle. Eso puede provocar que el motor se apague de pronto o impida el encendido.
Los concesionarios van a instalar un nuevo circuito de relevador. Chrysler dijo que informará a los usuarios cuando pueden programar la reparación.
El retiro del año pasado cubrió otros 189.000 Grand Cherokee y Durango en Estados Unidos.
Chrysler dijo que su investigación del primer retiro concluyó que más Durango y Grand Cherokee pudieran sufrir el mismo problema si los relevadores no son cambiados. Los relevadores pueden deformarse debido a varias condiciones, ambientales o de uso del vehículo.
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