En declaraciones a la prensa, Mohamad Yavad Zarif se ha referido este domingo a la inseguridad generada cerca de las fronteras de Irán debido al traslado de los terroristas, particularmente de Daesh, a la disputada región de Nagorno Karabaj, e incluso la presencia de los sionistas en esta zona.
“En cuanto a las fuerzas terroristas, estamos casi seguros de que estuvieron presentes en medio del conflicto, y hemos enfatizado que eso no es beneficioso para nadie […] hemos informado a las autoridades de Azerbaiyán y Armenia, así como a Rusia y Turquía, que la República Islámica de Irán no tolerará semejante cosa”, ha recalcado el canciller iraní.
Actualmente, ha proseguido, estos extremistas no están presentes en las fronteras de Irán, sin embargo, la posibilidad de que se encuentren a cierta distancia de los límites del país persa aún es alta. Teherán ha expresado su preocupación al respecto tanto a Bakú como a Ereván, ha agregado.
Según Zarif, el plan de Irán para establecer la paz en Nagorno Karabaj se basa en promover los diálogos, pues esta guerra impactará a los países de la región, en cuyos manos también se encuentra la solución al conflicto.
Tal y como ha explicado el jefe de la Diplomacia iraní, garantizar los derechos de los pueblos, el establecimiento de los canales de comunicación y el monitoreo de la implementación del plan por los países de la región se encuentran entre otros temas de la propuesta de Irán para zanjar la crisis.
Ereván y Bakú viven enemistados desde el inicio del conflicto Nagorno Karabaj en 1991, cuando este enclave, con el apoyo del Gobierno armenio, se independizó de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. En 1994, un alto el fuego puso fin al conflicto bélico, pero no resolvió el problema, por lo que desde entonces las escaramuzas son frecuentes en la frontera. La nueva ronda de enfrentamientos se reanudó el pasado 27 de septiembre.
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