El comandante de la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el contralmirante Alireza Tangsiri, ha hecho hincapié este sábado en mantener una seguridad sostenible en el Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz.
Al respecto, ha resaltado que la seguridad del Golfo Pérsico es responsabilidad de los países de la región, y los extranjeros deben abandonar la zona lo antes posible.
El militar de alto rango iraní ha aseverado que la unidad entre los países de la región garantiza su estabilidad, reiterando que la seguridad de la zona es una línea roja para Irán.
“No tenemos paciencia ante nadie sobre la seguridad en la geografía del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz. Si alguien busca diseñar un plan siniestro o tramar una conspiración contra la seguridad de nuestro país, desmantelaremos el tejido de ese plan”, ha precisado.
Tangsiri ha avisado que la defensa de la República Islámica es ofensiva, y si existe un movimiento amenazador por parte de los enemigos, esta defensa destruirá la fuente de la amenaza.
En este sentido, ha sostenido que, gracias a la adhesión de nuevos equipos subterráneos especializados, embarcaciones de alta velocidad y los aviones no tripulados (drones), el nivel del dominio de inteligencia del CGRI sobre el Golfo Pérsico, el estrecho de Ormuz y el norte del océano Índico se ha mejorado y elevado, y “el enemigo no tendrá ni un momento un sueño cómodo”.
La República Islámica ha advertido siempre que la seguridad del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz es su línea roja y dejado claro que sus Fuerzas Armadas monitorean cualquier movimiento de los buques enemigos en estas aguas estratégicas.
Las autoridades iraníes han asegurado, además, en reiteradas ocasiones, que tienen el dedo en el gatillo para responder a las hostilidades de enemigos, pero que la doctrina de defensa militar del país se basa completamente en la disuasión.
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