Irán vuelve a poner de manifiesto su poder defensivo con maniobras de gran envergadura, en las que participan todas las ramas del Ejército. En el segundo día de los ejercicios, denominados, “Zolfaqar 1400”, las fuerzas iraníes utilizaron un amplio rango de drones de combate y misiles balísticos para golpear blancos enemigos en el mar, en la tierra, y en el aire.
Entre otras operaciones, el dron Omid fue utilizado para obstruir señales de radares enemigos, estacionados en la costa, mientras que el dron de combate Arash, golpeó con alta precisión objetivos apuntados en la tierra.
Los submarino Al-Qadir y Tareq dispararon, torpedos contra blancos ubicados en el superficie y sumergidos en el mar de Omán.
La Fuerza de Defensa Antiaérea puso a prueba, también, sus sistemas defensivas, que son al 100 por ciento de fabricación nacional.
Altos mandos militares de Irán destacan que los simulacros conllevan un mensaje de paz y seguridad para el pueblo persa y los países regionales, mientras, transmiten una advertencia a los enemigos.
En los últimos años, Irán ha logrado significativos avances en el sector de la defensa pese a las sanciones, y ya es autosuficiente en la producción de avanzados equipamientos y sistemas militares. La República Islámica ha enfatizado, un sinnúmero de veces, que sus capacidades no suponen amenaza alguna para nadie, ya que su doctrina se basa en la disuasión.
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