• El comandante de la Policía Fronteriza de Irán, el general de brigada Qasem Rezai (dcha.), recibe al comandante emiratí, Teherán, 30 de julio de 2019.
Publicada: martes, 30 de julio de 2019 21:36
Actualizada: martes, 30 de julio de 2019 23:41

Irán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) acuerdan cooperar para fomentar la seguridad en el Golfo Pérsico, en medio de la creciente tensión en la región.

Comandantes de las unidades fronterizas de Irán han recibido este martes a una delegación de la Guardia Costera emiratí, encabezada por el comandante Muhamad Ali Misbah al-Ahbabi en Teherán, capital persa, para abordar la situación actual que atraviesa la zona.

Durante la cita, efectuada tras una pausa de 6 años, ambas partes han subrayado la importancia de proporcionar seguridad al Golfo Pérsico y al mar de Omán, además de cimentar lazos bilaterales en materia diplomática y fronteriza, según recoge la agencia estatal de noticias IRNA.

El comandante de la Policía Fronteriza de Irán, el general de brigada Qasem Rezai, ha afirmado en el encuentro que el Golfo Pérsico y el mar de Omán pertenecen a los pueblos de esta región, por lo que, “no debemos permitir que otros países socaven la seguridad regional. Debemos impedir que ellos conviertan esta región en un espacio para ganar lucros”.

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Al respecto, Rezai ha hecho notar que el Golfo Pérsico “está lleno” de recursos naturales, por lo que es necesario gestionarlos “conjuntamente” bajo un proporcionado paraguas de seguridad.

No debemos permitir que otros países socaven la seguridad regional. Debemos impedir que ellos conviertan esta región (Golfo Pérsico y el mar de Omán) en un espacio para ganar lucros”, indica el comandante de la Policía Fronteriza de Irán, el general de brigada Qasem Rezai, en una reunión con una delegación de la Guardia Costera emiratí.

 

Emiratos Árabes Unidos aboga por profundizar la cooperación con Irán

El general Al-Ahbabi, por su parte, ha considerado “la injerencia” de ciertos países en la región como la principal fuente de tensiones en el Golfo Pérsico.

Al respecto, ha hecho hincapié en la importancia de “mejorar” lazos entre Abu Dabi y Teherán, en un intento por proporcionar conjuntamente la seguridad en el Golfo Pérsico y el mar de Omán, por el bien del libre comercio.

Ambas partes, han coincidido en que mantener constantes contactos facilitará una coordinación más rápida para resolver eventuales problemas en las aguas territoriales de cada uno de estos países.

El contrabando de mercancías prohibidas, las drogas incluidas, según los comandantes, se encuentra entre los problemas que deben ser tratados.

 

Irán enfatiza que el estrecho de Ormuz no es un lugar para “travesuras”

El presidente de Irán, Hasan Rohani, asimismo, ha resaltado que “el estrecho de Ormuz, sito entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, tiene una importante posición geográfica”, por tanto, no es lugar para “travesuras” o un espacio en que un país puede “violar las leyes internacionales”.

El mandatario dirigía estas palabras a ciertos países que buscan entrar en Ormuz “sin hacer caso a los avisos del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán”.

Rohani ha hecho estas afirmaciones en momentos en que el buque cisterna británico Stena Impero se encuentra retenido en Irán “por no haber respetado el código marítimo internacional” mientras atravesaba el estrecho de Ormuz.

Stena Impero había apagado su sistema de posicionamiento global (GPS) y seguía la navegación sin hacer caso a los avisos emitidos desde Irán, por lo que fue retenido, según ha dicho una fuente militar iraní, citada en anonimato por medios locales.

La embarcación de 30 000 toneladas, propiedad de la compañía Stena Bulk, tenía como destino Arabia Saudí, pero se había desviado súbitamente de su trayectoria prevista, acabando aproximándose cerca de la isla sureña iraní de Larak.

Golfo Pérsico, nuevo espacio de conflicto para EE.UU. y sus aliados

La Administración estadounidense, presidida por Donald Trump, anunció en mayo de 2018, la retirada del país del pacto nuclear alcanzado por Teherán y el Grupo 5+1 entonces integrado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania, e impuso varias rondas de sanciones contra el país persa, incluidas las petrolíferas, ante la inacción total de los firmantes europeos del acuerdo sobre el programa nuclear iraní.

Las autoridades persas, no obstante, han asegurado que Teherán seguirá vendiendo su crudo, pese a las sanciones, y utilizando el estrecho de Ormuz como paso de tránsito seguro, aunque le pese a EE.UU. De igual modo, han hecho hincapié en que el país seguirá defendiendo el Golfo Pérsico y “hará lo necesario” en caso de que alguien traspase sus líneas rojas.

De hecho, los intentos de Washington para reducir a cero las exportaciones petrolíferas de Irán le ha llevado a intensificar la retórica bélica, creando incidentes y situaciones para poder demonizar a Teherán y justificar las presiones que ejerce en su contra.

La razón del polvorín de hostilidades podría estar en que EE.UU. busca una nueva aventura militar para demostrar que aún sigue siendo el líder del mundo, un anhelo que parece poco probable por la existencia de potencias emergentes como Rusia, China y la propia República Islámica de Irán.

Distintos analistas coinciden en que Teherán no puede esperar mucho de Europa ante las agresiones de EE.UU., dado que, “como mucho, pondrá en un mismo nivel al agresor y al agredido”, pero sí puede esperar algo más de otras potencias como Pekín y Moscú, que han expresado un apoyo a Irán y también son blanco de las medidas coercitivas de Washington.

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