Rodríguez condenó la imposición de sanciones por parte de Estados Unidos contra Díaz-Canel y otros altos funcionarios del Gobierno, anunciadas este mismo viernes por el Departamento de Estado de EE.UU.
“EE.UU. es capaz de imponer sanciones migratorias contra dirigentes revolucionarios y de mantener una guerra económica prolongada y despiadada contra Cuba, pero no tiene la capacidad de doblegar la voluntad de este pueblo ni de sus dirigentes”, escribió Bruno Rodríguez en su cuenta oficial en la red social X.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció restricciones migratorias contra Díaz-Canel, el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, López Miera, el ministro del Interior, Álvarez Casas, y sus familiares, acusándolos de perpetrar “graves violaciones a los derechos humanos” durante las protestas ocurridas en 2021.
Por su parte, La Habana ha condenado este acto como parte de una estrategia para promover un cambio de régimen mediante una “política de asfixia económica”, con el objetivo de provocar “un estallido social” impulsado por Estados Unidos.
Cuba fue incluida por primera vez en la lista de patrocinadores del terrorismo en 1982, durante el mandato de Ronald Reagan, y permaneció allí hasta 2015, cuando el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) la retiró, en un intento por acercar posturas con la isla en la última etapa de su gobierno.
Sin embargo, en enero de 2021, a pocos días de finalizar el mandato de Donald Trump, su secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció el 11 de enero que Washington había reincorporado a Cuba en la lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”.
Además, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) exigió la exclusión de Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional, elaborada unilateralmente por Estados Unidos. Sus cancilleres reiteraron su rechazo a las “listas y certificaciones unilaterales que afectan a países de América Latina y el Caribe”.
Pese a que Cuba fue excluida de esa lista a finales del gobierno de Joe Biden, el actual mandatario estadounidense, Donald Trump, la volvió a incluir, medida calificada de “espuria” por las autoridades cubanas. El gobierno de Cuba ha denunciado en múltiples escenarios internacionales —destacando la Asamblea General de Naciones Unidas— el impacto genocida del bloqueo impuesto por más de sesenta años sobre su población.
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