El avión militar de carga estadounidense C-17 con los cuerpos de los soldados a bordo despegó de la ciudad norcoreana de Wonsan, a las 5:55 hora local de este viernes, y aterrizó en la base aérea de Osan, en Corea del Sur, según un comunicado de la Casa Blanca.
Durante el vuelo, el aparato ha sido flanqueado por dos aviones de combate, según informa la agencia oficial surcoreana de noticias Yonhap.
EE.UU. no ha revelado el número de los restos entregados, pero fuentes informadas han dicho que el país norteamericano ha recibido 55 cuerpos en cajas de madera.
“Las acciones de hoy constituyen el primer paso significativo hacia el restablecimiento de la repatriación de los restos desde Corea del Norte y la reanudación de las labores en el terreno norcoreano, encaminadas a localizar a unos 5300 estadounidenses que todavía no regresaron a casa”, reza la nota estadounidense.
Cerca de 36 600 estadounidenses cayeron en combates o desaparecieron durante la Guerra de Corea (1950-53), los restos de unos 5000 de ellos siguen en el territorio norcoreano, según datos del Departamento de Defensa de Estados Unidos (Pentágono).
Con esta medida Pyongyang da el primer paso para cumplir con otra promesa hecha por el líder norcoreano, Kim Jong-un, en la histórica cumbre que mantuvo el pasado 12 de junio con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Singapur. Allí los dos líderes acordaron buscar los restos de los soldados estadounidenses que murieron o desaparecieron durante la Guerra de Corea y “repatriar inmediatamente los que queden identificados”.
Las acciones de hoy constituyen el primer paso significativo hacia el restablecimiento de la repatriación de los restos desde Corea del Norte y la reanudación de las labores en el terreno norcoreano, encaminadas a localizar a unos 5300 estadounidenses que todavía no regresaron a casa”, reza un comunicado de la Casa Blanca, en alusión a la entrega de restos mortales de los soldados estadounidenses caídos en la Guerra de Corea.
Para mostrar su firme voluntad por la paz, Corea del Norte ya suspendió sus pruebas nucleares y balísticas, y destruyó su más importante sitio de ensayos nucleares. Hace varios días, derrumbó además una de sus bases de lanzamiento de misiles.
El país asiático, comprometido con el acuerdo logrado por Kim y Trump sobre la desnuclearización de la península coreana, exige ahora a EE.UU. que firme un tratado de paz duradero que garantice su seguridad, sino no continuará las negociaciones, según una fuente que conoce la posición de Pyongyang sobre el tema.
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