“Si EE.UU. y Corea del Sur reanudan los ejercicios militares conjuntos a gran escala, la situación en la península coreana volverá a la horrible fase de la catástrofe y los provocadores tendrán que asumir todas las responsabilidades”, ha alertado este martes la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por sus siglas en inglés).
Según informó a finales del pasado mes de enero el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, Seúl y Washington planean reanudar los ejercicios militares conjuntos aplazados para después de los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) y Paralímpicos de Invierno 2018, que se celebrarán en la ciudad surcoreana de Pyeongchang.
Ante esta coyuntura, la KCNA ha denunciado que dichos juegos de guerra están destinados a enfriar el ambiente, que “tanto ha costado ganar” de cara a la mejora de las relaciones entre el Norte y el Sur, conforme recoge la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Si EE.UU. y Corea del Sur reanudan los ejercicios militares conjuntos a gran escala, la situación en la península coreana volverá a la horrible fase de la catástrofe y los provocadores tendrán que asumir todas las responsabilidades”, alerta la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por sus siglas en inglés).
“Es un desafío absoluto a los sinceros esfuerzos hechos por la República Popular Democrática de Corea (RPDC) para desactivar la tensión en la península coreana y crear un entorno pacífico”, ha lamentado la agencia estatal de noticias norcoreana.
En esta misma línea, ha señalado que la situación demuestra claramente que EE.UU. es un “hostigador de la paz en la península coreana, el principal culpable de las crecientes tensiones y el principal obstáculo que se interpone en el camino de la reunificación de Corea”.
Por lo tanto, ha hecho hincapié en que EE.UU. y los “belicistas del Ejército surcoreano” tendrán que reflexionar sobre las consecuencias que traerá su guerra nuclear.
Pyongyang ya ha pedido en reiteradas ocasiones a Seúl que ponga fin a todo tipo de acciones militares conjuntas con Washington si “realmente busca la paz” con sus “hermanos” norcoreanos y ha advertido de que “no se quedará de brazos cruzados” ante dichas maniobras.
Mientras tanto, EE.UU., desoyendo las advertencias del Gobierno norcoreano, liderado por Kim Jong-un, incluso en medio de los diálogos de paz que están llevando a cabo las dos Coreas, agrava la situación al buscar realizar ejercicios a gran escala con Corea del Sur, que de acuerdo con Pyongyang, tienen por meta lograr alcanzar “su ambición de supremacía mundial”.
fmk/anz/aaf/rba