No es buena idea poner plazos a los procesos de paz. Lo que marca los tiempos en los procesos de paz es la confianza entre las partes y cuando una de ellas comienza a pedir plazos es que está resentida la confianza".
"No es buena idea poner plazos a los procesos de paz. Lo que marca los tiempos en los procesos de paz es la confianza entre las partes y cuando una de ellas comienza a pedir plazos es que está resentida la confianza", ha declarado el también expresidente de Colombia.
Con fecha anterior, el jefe de Estado colombiano había planteado esta idea a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) después de un ataque de la guerrilla que provocó la muerte de 11 militares en el departamento de Cauca (suroeste) y una veintena de heridos.
Para el secretario general de Unasur, en esa situación, es necesario "reconstruir la confianza" y esa es la tarea del Gobierno.
A continuación ha calificado de “peligroso” poner plazos a los procesos de paz en el país, utilizándolo como instrumento de presión, y ha agregado que tales ideas solo “afectan a la población civil con hechos de guerra como los que se vieron lamentablemente la semana pasada en el Cauca".

Al recordar que, en toda Centroamérica, los procesos de paz duraron 10 años, ha afirmado que es imposible superar todas las discrepancias en unos pocos meses.
Al final, el exmandatario, como sugerencia, ha recomendado a las partes "tener paciencia", y si no "un cese bilateral del fuego", en tanto que ha subrayado lograr "un acuerdo de humanización del conflicto para que no se afecte a la población civil”.
Desde noviembre de 2012, Bogotá y las FARC mantienen diálogos para encontrar una salida al conflicto social y armado que sufre el país desde hace más de medio siglo que ha dejado unos 220 mil muertos y 5,3 millones de desplazados, según datos oficiales.
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