El grupo automotor, que a fines de septiembre firmó un contrato plurianual con el Centro de Investigación, Desarrollo e Ingeniería de Tanques Automotores del Ejército (Tardec), precisa en un comunicado que modificará el Chevrolet Colorado para responder a las necesidades del Pentágono.
El diseño de este vehículo eléctrico, que produce su propia energía y se usará en las zonas de combate, ya ha comenzado.
Sin develar el lugar preciso de su fabricación, GM recuerda que comparte dos instalaciones de desarrollo de la tecnología a hidrógeno con el Tardec en Pontiac y Warren (Michigan, noreste).
Las fechas de comienzo de la producción y de la entrega tampoco han sido reveladas. GM sólo ha informado de que el Ejército estadounidense probará los vehículos durante doce meses en condiciones "extremas".

A pesar del enorme costo y de las dificultades específicas vinculadas a su infraestructura y almacenamiento, los militares estadounidenses, que quieren liberarse de la dependencia de la gasolina en los campos de batalla, perciben numerosas ventajas en los vehículos a hidrógeno.
Entre otras, que son más silenciosos (o menos ruidosos) que un vehículo clásico, lo que los hace más difíciles de detectar por el enemigo, según GM.
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