“Debemos trabajar con nuestros aliados europeos para privar a China de la tecnología más avanzada”, ha señalado Gina Raimondo, la secretaria de comercio de Estados Unidos. Estas son las intenciones reales de EE.UU. respecto a China. Así ha reaccionado la cancillería china a los recientes comentarios de Raimondo. La funcionaria había dicho que su país debe trabajar con Europa para reducir la velocidad de las innovaciones de China y establecer reglas para la inteligencia artificial y el internet.
La vocera de la cancillería china, Hua Chunying, ha afirmado que no se debe permitir que uno o pocos países impongan reglas para todo el mundo. Dijo además que las cooperaciones entre estados no deben perjudicar los intereses de otras naciones.
El conflicto entre China y EE.UU. va más allá de lo militar y económico. Ahora se habla de una guerra fría tecnológica entre Pekín y Washington. La casa Blanca se muestra ya muy preocupada por avances tecnológicos de China, por lo que se esfuerza para contener su desarrollo, sobre todo mediante imposición de sanciones o ejercer presión sobre otros países para que estos no colaboren con las compañías chinas.
mrz/mkh