La cárcel más grande de América Latina, construida a unos 74 kilómetros al sureste de San Salvador, ha provocado una pelea en las redes sociales entre los presidentes de Colombia y El Salvador, Gustavo Petro y el salvadoreño Nayib Bukele, respectivamente. Para el mandatario colombiano, la gigantesca prisión es un campo de concentración que da escalofríos.
“Ustedes pueden ver en redes las fotos terribles —no me puedo meter en otros países— del campo de concentración de El Salvador, lleno de jóvenes, miles y miles, encarcelados que le da a uno escalofríos. Yo creo que hay gente a la que le gusta eso, indudablemente”, lamentó Petro.
Una "ciudad cárcel" donde " cada uno resuelva su sustento" no es más que un gueto; se lo inventaron los nazis, y es un crímen contra la humanidad.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) February 19, 2022
La cárcel debe ser un medio de resocialización y rehabilitación en mi gobierno y por tanto en sí misma debe ser una universidad. https://t.co/m3C4h9yqcG
Sin embargo, para su homólogo salvadoreño, el recinto penal es una prueba más de que su estrategia de mano dura contra las pandillas está funcionando.
“Los resultados pesan más que la retórica. Deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños”, así respondió Bukele a las críticas de Petro.
Desde su llegada al poder en 2019, Bukele ha hecho de su política de lucha contra las pandillas, una de sus banderas y ha elevado su popularidad.
Por cierto, no se ha liberado a NINGÚN pandillero. Un juez intentó liberar 42 de un caso del 2019, pero TODOS CONTINÚAN EN PRISIÓN y el caso pasará a una instancia superior.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) April 1, 2022
Hago un llamado a la Corte Suprema de Justicia a remover a los jueces cómplices del crimen organizado.
Sin embargo, para Petro, un exguerrillero, que hoy como presidente propone la negociación con los grupos armados para llevar la paz a su país, la violencia no se elimina con la violencia.
A pesar de todas las críticas internacionales en su contra, Bukele es visto por muchos en Latinoamérica como una figura inspiradora que ha conseguido reducir de manera sensible la tasa de homicidios con una estrategia basada en la guerra.
Acaso ¿Colombia necesita un Bukele o es que El Salvador necesita un Petro? La respuesta, tal vez, dependerá de qué modelo será más efectivo a largo plazo.
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