• La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, habla en Berlín, Alemania, 14 de mayo de 2022. (Foto: Getty Images)
Publicada: jueves, 13 de octubre de 2022 23:48
Actualizada: viernes, 14 de octubre de 2022 0:44

Canadá impone sanciones contra altos funcionarios de Irán, entre ellos, el excanciller Mohamad Yavad Zarif, en línea con su política de apoyo a los disturbios.

El Gobierno canadiense ha anunciado este jueves nuevas sanciones contra Irán que abarcan a tres entidades y a 17 altos cargos iraníes, incluidos el general de brigada Amir Hatami, exministro de Defensa y asesor del Ejército iraní, y Mohamad Yavad Zarif, exministro de Asuntos Exteriores, ha informado la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly.

En la lista de los sancionados también figuran los nombres de Said Mortavazi, exfiscal del Tribunal Revolucionario de Irán, y otros altos funcionarios de medios estatales, incluido el presidente de la Organización de Radio y Televisión de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés), Peyman Yebeli.

La imposición de estas sanciones significa la prohibición de transacciones de ciudadanos canadienses con los sancionados y la congelación de cualquier activo que tengan en Canadá, al tiempo que a los involucrados no se les permite el ingreso al país.

En las últimas semanas, Canadá ha adoptado varias tandas de sanciones contra Teherán, tras días de protestas violentas después de la muerte de la joven Mahsa Amini. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, también anunció la semana pasada severas sanciones contra Irán que incluye a más de 10 000 miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, a quienes acusó sin fundamento de “violaciones de derechos humanos”.

Canadá también ha impuesto sanciones contra la Policía iraní, sumándose a las sanciones que impuso el Departamento del Tesoro de EE.UU. contra el ente de seguridad de Irán tras la muerte de Amini.

 

Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre tras permanecer durante varios días en estado de coma, días después de ser detenida por la Policía. Los países occidentales, desde el principio, han culpado a los agentes policiales del incidente, haciendo todo lo posible para manipular la información, en busca de exacerbar a la ciudadanía a salir a las calles a protestar contra el sistema de la República Islámica de Irán.

Esto mientras, según confirmó la Organización de la Medicina Forense de Irán, la causa de la muerte de Amini no ha sido golpes en la cabeza o en los órganos vitales de su cuerpo, sino “una alteración en el importante eje hipotálamo-pituitario y las glándulas bajo su control (incluidas las suprarrenales y la tiroides)”, después de una cirugía de tumor cerebral de craneofaringioma a la edad de ocho años.

De hecho, Amini experimentó un trastorno del ritmo cardíaco y una caída de la presión arterial, seguida de una disminución del nivel de conciencia. Posteriormente, debido a la ineficacia de la reanimación cardiopulmonar en los primeros minutos críticos, sufrió hipoxia severa y, como consecuencia, un daño cerebral.

A su vez, las autoridades iraníes han urgido a los países occidentales a evitar el oportunismo e instrumentalizar el tema de los derechos humanos.

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