“Los canadienses todavía no pueden creer que un ser humano pueda tratar a otro ser humano, especialmente un niño, de la forma en que los hemos tratado”, ha lamentado este martes, Ted Quewezance, quien lidera la búsqueda de tumbas en territorios de la Primera Nación de Keeseekoose, en la provincia de Saskatchewan (centro).
Por su parte, el jefe de la comunidad indígena, Lee Kitchemonia, ha dicho que los niños “podrían potencialmente haber sido, ustedes saben, asesinados”, por lo que considera necesario una mayor investigación al respecto.
Esto ocurre después de que en enero pasado encontraron los restos de 93 niños indígenas, cerca de un antiguo internado canadiense.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó que alrededor de 3200 niños murieron en las instituciones educativas, aunque esta cifra es considerada conservadora por dirigentes indígenas, esta entidad la catalogó de genocidio cultural.
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